Dos días antes de la coronación…
La Princesa Agnes fue concedida misericordia y solo sería desterrada del imperio y nunca volver a pisarlo. Después del juicio, se había convertido en una figura de burla y desprecio. Con lo que había hecho al distrito este, y la admisión de su vil plan de incluso implicar al distrito oeste, la gente no estaba contenta con la sentencia que recibió.
Pensaron que era demasiado leve, pero sabiendo que el imperio estaba a punto de dar la bienvenida a una emperatriz, nadie apeló. Así que la princesa y ese reino del que venía se consideraron 'afortunados'.
No obstante, la gente no la dejaría salir de este imperio y darle alguna sensación persistente de regresar. Podrían no haber planeado matarla por muchas razones, pero la gente aún se reunía afuera del palacio imperial para lanzar lo que pudieran a la carroza en la que iría.