Peor

Era malo herir a otros, y hacerlo intencionalmente era simplemente peor —terrible. Pero lo peor de todo era presenciarlo y aun así no hacer nada. Abel no era un Dios, tampoco un Demonio, él... era peor. Sin embargo, había demasiadas personas que eran peores que él. De hecho, este mundo estaba lleno de las peores personas y era gracioso porque, en cierto modo, eso hacía a Abel un poco mejor que todos los demás.

—¡Su Majestad! ¡Por favor, tenga piedad de mí! Realmente no quise hacerlo. Es solo que amenazaron con matarme a mí y a mi esposa —un hombre de mediana edad se aferraba desesperadamente al muslo del emperador mientras miraba hacia arriba a Abel—. ¡Salve —salve, sálveme, Su Majestad! ¡Realmente no quería hacerlo! Yo —yo —yo lo arreglaré! Solo por favor, Su Majestad, no nos expulse de su gracia. Nuestra familia siempre lo ha apoyado desde el inicio de su reinado y yo