[ REALIDAD ]
Abel tenía una teoría la última vez que desenterró a Marsella. Su hermana mencionó agradecerle por tomar una porción de Maléfica. Al principio, Abel no le dio muchas vueltas, ya que sabía que no obtendría ninguna respuesta. Sin embargo, en el fondo de su cabeza, pensó que había algo que Marsella sabía y que Vera no.
Esta suposición creció en aquel momento en que Máximo se mostró en la capital y atacó a Aries. Abel sintió este creciente repudio desde el guijarro que mató a un vampiro de sangre pura. Sintió a Maléfica, como Aries, pero con una aura y un aroma más fuertes y repelentes.
Había otra persona que poseía a Maléfica aparte de Aries. No era de extrañar que Aries no pudiera despertar sus verdaderos poderes, porque una parte de ellos estaba siendo retenida por alguien o algo. Hasta ahora, Abel no estaba seguro si esto era algo bueno o terrible.
Por eso ordenó a Isaías realizar una tarea especial.