Mientras tanto…
¡GOLPE!
Máximo golpeó con las manos sobre la superficie de la mesa, partiéndola por la mitad. Sus ojos brillaban en rojo intenso, rechinando los dientes hacia la persona al otro lado del escritorio roto.
—¿Qué quieres decir con que no puedes entrar en el Bosque Prohibido? —siseó, haciendo que el corazón del caballero retumbara en su pecho.
—Su Alteza, el Duque de Luvic
—Su Alteza, no es correcto arremeter contra un pobre caballero que simplemente transmitió los informes. —El caballero fue interrumpido cuando una voz desde detrás de él resonó en las cámaras.
El caballero miró hacia atrás y dio un paso al costado para dar paso al noble duque de la Casa Leviticus. Se inclinó ligeramente para mostrar respeto.
—Deberías irte. —Londres Levítico lanzó una mirada al caballero y luego arqueó una ceja cuando Máximo rugió.