Muy Capaz

Finalmente era el fin de semana y, como era su rutina habitual, Sarah se preparó para ir al club de golf para encontrarse con su familia, a quienes les encantaba jugar juntos. Aparcó su coche cuando llegó al club de golf y vio a Kenzie salir con su padre de otro coche.

—¡Sarah! —Kenzie la saludó alegremente mientras corría hacia ella y cómodamente rodeaba sus brazos alrededor de ella.

—Buenos días, tío Jack... —Sarah saludó al padre de Kenzie.

Jack asintió y dijo:

—Vaya, realmente admiro a tu familia. Parece que nunca se pierden reunirse todos los sábados para fortalecer los lazos familiares.

Sarah asintió tímidamente. En efecto, era cierto que siempre hacían tiempo para estar juntos.

—¿También vas a participar en el próximo torneo de golf? —preguntó Jack. Estaba contento de que Kenzie y Sarah se llevaran como hermanas y que no solo tuvieran una relación comercial.