764. Los hombres son tan insinceros como las mujeres

Helen Melendy: "..."

—Harry Hall observó cómo la frente de Helen Melendy se tensaba gradualmente y rió suavemente.

—Le tocó la frente suavemente con el teléfono en su mano —Si Adam se entera, estás muerta.

—Su tono llevaba un dejo de schadenfreude, junto con una indulgencia sutil, casi imperceptible.

—Helen Melendy hizo un puchero, frotándose la frente que en realidad no dolía, y dijo de manera despreocupada:

—Solo no se lo digas, entonces estará bien.

—Harry Hall se sorprendió por su respuesta tan directa, y de repente recordó cómo ella solía comportarse mimada con él cuando estaban juntos. Era igual en ese entonces.

—En aquel entonces, él solía ser silencioso y reservado, pero por alguna razón le gustaba especialmente su manera audaz y sin miedo, cómo siempre podía enfrentársele con confianza en cualquier momento.

—Pensando en el pasado, los ojos de Harry Hall se oscurecieron en silencio.

—Helen Melendy no notó el cambio repentino en las emociones de Harry Hall y continuó: