Los ojos de Elly Campbell se estrecharon ligeramente al escuchar estas palabras, y tras dudar un momento, habló:
—¿Y si... nos divorciamos? Puedo llevarme a nuestro hijo lejos de ti, así no será peligroso... —Al tiempo que su voz se desvanecía, Adam Jones dijo con severidad—. ¡Te atreves!
—Esposo y esposa son como pájaros del mismo bosque, que vuelan en rumbos separados cuando llega la catástrofe. —Elly rechazó su toque irritadamente, el cual siempre se aprovechaba de ella, y planteó su caso como si fuera lo más natural del mundo.
—No permitiré que me dejes. No importa cuán peligroso pueda ser a mi lado, siempre te protegeré con todo lo que tengo, en el primer momento que pueda. La única manera en que podrían hacerte daño es si ya estuviera muerto. —Al oír esto, Adam resopló insatisfecho y rodeó a Elly aún más fuerte con sus brazos.