776. Alabanza excesiva

Entre medio, Elly le ayudó a quitarse el suero intravenoso que ya había terminado y luego se acostó a su lado, quedándose dormida también.

Al día siguiente, el doctor volvió a examinar a Adam Jones. Aparte de la lesión externa en su abdomen, no había otros problemas. Adam no planeaba quedarse en el hospital, así que regresó a la villa.

Esa tarde, la persona a cargo de la isla se presentó ante Adam —Señor Jones.

—¿Qué hay de ellos?

Ante cualquiera que no fuera su esposa, el Maestro de la Isla Jones volvía a su habitual actitud fría y distante, su rostro no revelaba expresión alguna, sus profundos ojos llevaban una profundidad insondable que era difícil de leer para los demás.

—Douglas ha sido castigado de acuerdo a sus órdenes, la Señora Thompson y Sofía ya se han llevado el avión privado de alguien para partir primero, y además, al padre de Douglas se le ha notificado y vendrá personalmente a recogerlo —informó el subordinado.