766. Acuéstate, no te muevas

Su mirada se desplazó súbitamente hacia la puerta del estudio, y con un poco de suerte esperanzadora, dijo:

—Elly, tengo trabajo que resolver, ¿por qué no vas a jugar un rato con William y el otro niño?

Él había pensado que Elly no sería descartada tan fácilmente, pero después de que él habló, de repente no hubo más sonido de su parte.

Pero Adam Jones no podía bajar la guardia, sabía que su esposa siempre era astuta y no se daría por vencida tan fácilmente.

Aun así, no fue a abrir la puerta.

Elly era doctora, y con una sola mirada a su herida sabría que su lesión no había sido un accidente.

Si intentaba deshacerse de ella con unas pocas palabras, ella sólo pensaría más profundamente en ello.

Sin embargo, saber que había sido el objetivo de un intento de asesinato seguramente la dejaría demasiado preocupada para dormir.

Por ahora, esperaría a que llegara el doctor para coser su herida; en cuanto a Elly...

Pretendía mantenerla al margen por el momento.