—¿Qué pasa? ¿Por qué dejas de ser fiera conmigo? ¿No ibas a ajustar cuentas conmigo más tarde? —preguntó con ojos bajos.
Elly Campbell, quien originalmente se sentía culpable y se reprochaba por no haber tomado en serio lo de Adam Jones, no pudo evitar reírse cuando escuchó sus palabras.
—¿Realmente tienes una preferencia extraña, solo te alegras cuando alguien es fiera contigo? —dijo mirándolo desde sus brazos.
—No disfruto que otros sean fieros conmigo, solo me gusta cuando mi esposa es fiera conmigo —respondió Adam Jones con una sonrisa gentil y levantó la mano para despeinar su cabello.
Elly originalmente tenía la intención de burlarse más de él, pero al escuchar su respuesta, de repente sintió un picor en los ojos, y luego se le enrojecieron.