Adam Jones era muy bueno aprovechando la oportunidad, agarrando con fuerza la mano delgada y delicada sobre su brazo, reprimiendo la alegría en su voz mientras decía:
—Gracias, esposa.
Elly Campbell resopló e hizo caso omiso, pero la mano que él sostenía no la soltó.
Cuando llegaron a la villa, un carrito recogepelotas del campo de golf de la isla ya estaba esperando fuera.
Fue Elly quien había pedido al caddie que preparara el carrito antes de que llegara el doctor.
Aunque la villa no estaba lejos del hospital, la herida de Adam era muy profunda, haciéndolo poco apropiado para que caminara.
Especialmente porque había caminado una larga distancia y había estado de pie tanto tiempo en la finca con una lesión.
Pensando en esto, el ceño de Elly se frunció imperceptiblemente.
En ese momento, estaba tan concentrada en lidiar con Daisy Thompson y Sofía Green que no se dio cuenta de que estaba herido y había estado demorando tanto.