—Gracias —suspiró aliviada Qiao Nan.
—Demasiada cortesía de tu parte —Shi Qing levantó el pecho—. Es cierto, hoy, mi tía se hizo la víctima delante de mí. Descubrí una situación y sentí que algo no estaba bien. Ayúdame a analizarlo a ver si estoy siendo paranoica.
—¿Cuál es la situación?
—Mi tía notó que mi tío político no ha estado yendo a casa muy a menudo últimamente. Parece tan ocupado y ni siquiera llega a dormir en casa algunos días. Me dijo que no tiene a nadie con quien discutir siempre que encuentra alguna dificultad. La vida que lleva en la familia Qiu no es tan buena como mi padre y yo imaginamos. Por eso, solo puede depender de Qiu Chenxi y espera que Qiu Chenxi tenga éxito en el futuro, que Qiu Chenxi se case en una buena familia. Esto es para que no necesite estar a disposición de la familia Qiu nunca más.
—Qiao Nan se tocó la barbilla—. ¿Quieres que te ayude a analizar los puntos principales de la primera o segunda mitad de la conversación?