—En aquel entonces, el anciano maestro bromeaba conmigo que su experiencia en la cría de cerdos en zonas rurales le fue bastante útil. Si criaba dos lechones, no serían perezosos. Si tienes dos hijos, lucharán por ser los mejores. Zhai Hua, sin Zhai Sheng y su buen desempeño en el ejército, ¿crees que podrías ser promovida a comandante de batallón con la ayuda de la familia Zhai? —Zhai Yaohui miraba fijamente a Zhai Hua, su mirada aguda y penetrante como la de un águila. Zhai Hua no tenía dónde esconderse.
Zhai Hua podría ser la hija de la familia Zhai, pero desde pequeña fue perezosa.
El Venerable Maestro Zhai había notado eso y había hablado de ello con Zhai Yaohui y su esposa.
El Venerable Maestro Zhai sentía que Zhai Hua era una niña y que debía ser mimada como tal.
Si a Zhai Hua le interesaba el ejército en el futuro, no la detendrían de unirse al ejército. No deberían impedirle desarrollar sus intereses solo por su género.