Un Qiao Dongliang de lengua afilada

—Tráeme el pagaré más tarde. Pásaselo a tu mamá para que pueda dejar su huella dactilar en él. Como hija, debes ser como tu hermana mayor. Tienes que ser tan filial como ella. ¿Entiendes?

—Sí. —Qiao Nan respiró hondo antes de responder.

—Tú... —Ding Jiayi había sufrido heridas graves. Estaba en una situación peor que Qiao Dongliang cuando él tuvo un accidente automovilístico hace dos años.

Durante los dos meses que Qiao Dongliang estuvo en el hospital, ella y sus dos hijas lo cuidaron y atendieron todas sus necesidades. En particular Qiao Nan, quien llevaba todos los alimentos nutritivos y tónicos al hospital para Qiao Dongliang.

Ding Jiayi sentía que, dado que estaba en una situación peor que él, también debería recibir el mismo trato. De hecho, a juzgar por sus heridas, debería ser tratada mucho mejor que Qiao Dongliang.