Han Jintian pensó por un momento y dijo:
—Realmente eres la mujer de Xie Jiuhan. Eres tan despiadada como él. Tendré que ser tu esclavo de ahora en adelante si me ayudas con las relaciones públicas. Te di la oportunidad de cantar las canciones temáticas y te daré incluso trescientos cincuenta millones. ¿Por qué siento que esto no es una situación de ganar-ganar sino una victoria solo para ti?
La voz suave y tierna de Feng Qing resonó una vez que escuchó sus palabras:
—Sí, gané dos veces de un golpe. ¿No es esto un ganar-ganar?
Han Jintian:
...
Feng Qing dijo:
—Director Han, ya he visto el video promocional de tu película. Soy muy optimista sobre tu película, pero te garantizo que te beneficiarás mucho si estás dispuesto a trabajar conmigo.
Han Jintian preguntó con curiosidad:
—¿Cómo podría beneficiarme de ello?
Los ojos de Feng Qing se curvaron como dos lunas crecientes:
—Por ejemplo… ¡dejar un nombre en la historia!