Mi corazón dolerá

—Feng Qing hizo un puchero y preguntó —¿Y si no funciona?

—Xie Jiuhan dijo palabra por palabra —Entonces átame con una cuerda y limita mis movimientos.

—Feng Qing miró al hombre sin parpadear —Entonces me dolerá el corazón.

—La voz de Xie Jiuhan se oscureció —Recuerda, no necesito que me salves a costa de lastimarte porque mi corazón también sufrirá.

Escuchando las palabras de amor del hombre, Feng Qing miró fijamente a Xie Jiuhan. No dijo nada más y solo miró al hombre en silencio. El hombre extendió la mano y le tocó la frente suavemente.

—Feng Qing reconoció en voz baja. Xie Jiuhan la miró a la cara. Las palabras "¡No te haré caso!" estaban escritas en ella. El hombre sabía que sus palabras eran en vano. Esta pequeña mujer era así. No le tenía miedo a él ni a la muerte, pero esta mujer nunca había pensado que sus acciones harían sufrir su corazón.

—¡Feng Qing! —Xie Jiuhan llamó de repente el nombre completo de la mujer.

—¿Ah? —La mujer respondió suavemente.