"Una Poción Amarga"

Aquí tienes el capítulo corregido para que tenga más sentido y fluidez:

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**Título: "Una Poción Amarga"**

"Ustedes están aquí para aprender la sutil ciencia y el arte exacto de hacer pociones. Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita, y muchos de ustedes dudarán que esto sea magia. No espero que lleguen a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos... Puedo enseñaros cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte... si son algo más que los alcornoques a los que habitualmente tengo que enseñar", dijo Severus Snape, mirando fijamente a todos.

"(Wow, hay que admitir que fue una entrada bastante genial. Los otros profesores se presentaron muy fácilmente, y la única que podría superarlo fue la profesora McGonagall... aunque arruiné su momento con una simple planta. Jaja)", pensó Stephen.

"Señor Flamel, parece no estar prestando atención a mi clase. ¿O acaso le parece aburrida? Porque, según me han informado, parece que ya domina todas las materias, incluso antes de venir a la escuela", dijo Snape, mirando fijamente a Stephen.

"Oh, sí. Tuve que aprender alquimia con mi abuelo; después de todo, es una de las artes básicas", respondió Stephen con una leve sonrisa, que claramente no fue del agrado de Snape.

"¿Artes básicas? Bueno, eso puede ser para alguien que creó la Piedra Filosofal, ¿no es cierto, Flamel? Pero deberías entender que solo alguien como tu abuelo podría considerar que las pociones son algo básico. 10 puntos menos por despreciar una asignatura milenaria, señor Flamel", dijo Snape con un tono de arrogancia.

"(Agh, pensé que me haría las preguntas cliché, pero supongo que eso está reservado para Harry Potter. Es obvio que podría responder fácilmente; solo busca una excusa para reducir puntos. ¡Qué infantil!)", pensó Stephen mientras Snape explicaba cómo crear una poción para la sarna.

"(Aunque hay que admitir que es bastante bueno en su trabajo. Ahora, ¿cómo voy a descolocar al profesor Cara de Piedra?)", pensó Stephen mientras la clase avanzaba. A él le había tocado trabajar con Fred, ya que Snape separó a los gemelos, conociendo su tendencia a causar desastres.

"Bien, Fred, tira las espinas y yo lo mezclo. No te preocupes, soy un profesional", dijo Stephen con aire de superioridad.

"Señor Flamel, parece que todavía sigue sin tomarse en serio mi clase. 10 puntos menos", dijo Snape, pasando detrás de Stephen.

"(Murciélago infantil... solo está aprovechando para sacar puntos porque sus Slytherin no pudieron ganarlos)", pensó Stephen mientras continuaba con su poción e instaba a Fred a seguir, haciendo caso omiso al profesor.

Después de varios descuentos de puntos por tonterías (mayormente culpa de Stephen por hablar sandeces), al fin terminaron la poción.

Los primeros en terminar fueron Stephen y Fred, quienes se acercaron para entregar la poción. Fue Fred quien se la entregó a Snape, ya que Stephen estaba al límite de su paciencia.

"Profesor, hemos terminado", dijo Fred, entregando la poción lentamente.

"Oh, esperaba más de alguien que dice que mi materia es básica y se llama a sí mismo un profesional", gruñó Snape, claramente guardando rencor.

"La poción está regular, pero parece que no se aseguraron de tapar bien la botella. 5 puntos menos; después de todo, es algo básico", dijo Snape.

Eso fue la gota que colmó el vaso para Stephen, quien, a pesar de los intentos de sus compañeros por detenerlo, no pudo evitar explotar.

"¿Qué dijiste, viejo? Ya me cansé, cara de murciélago, te voy a mostrar cómo tapar una botella... ¡te la voy a meter por--!" No pudo terminar la frase, ya que sus compañeros lograron taparle la boca, pero la mayoría de lo que no debía decir ya se había dicho, dejando a todos con la boca abierta, y a los gemelos Weasley llorando de risa en el suelo. Incluso Snape mostraba una expresión de sorpresa nunca antes vista.

"(Bueno, logré sorprender al murciélago... pero mierda, creo que me pasé)", pensó Stephen, dándose cuenta de su error.

"¡Detención! ¡Sígueme a la dirección ahora mismo!", ordenó Snape, furioso.

"(Wow, le moví el cerebro... me equivoqué, pero esto va a ser divertido)", pensó Stephen mientras salía del aula, bajo la mirada burlona de los Slytherin y la preocupación de los Gryffindor.

"Sorbete de limón", dijo Snape al llegar a la gárgola que protegía la oficina del director. Después de subir la escalera, se encontraron con Dumbledore y McGonagall, que ya habían sido informados.

"Hola, viejo, tanto tiempo", dijo Stephen, sorprendiendo a McGonagall y provocando una risa en Dumbledore.

"Viejo... Señor Flamel, ¿cómo se atreve a dirigirse así al director?", regañó McGonagall.

"Ya, ya, profesora McGonagall, permití que me llame así cuando lo conocí antes. No te preocupes", dijo Dumbledore, recordando cómo Stephen se ganó el derecho a llamarlo así tras ganar una apuesta cuando se conocieron.

"Entonces, ¿qué ha sucedido para que estés aquí con el profesor Snape?", preguntó Dumbledore.

Antes de que Snape pudiera responder, Stephen habló.

"Nada, solo intentaba hacer amistad con el profesor Snapy y parece que no le gustó", dijo Stephen, ganándose otra sonrisa de Dumbledore, mientras que Snape parecía a punto de estallar.

"Snapy... ¡qué buen apodo, no?", comentó Dumbledore, disfrutando de la situación.

"Perdone, director, pero creo que es un insolente y necesita un castigo acorde, o una suspensión", dijo rápidamente Snape.

"Tranquilo, profesor Snape, no creo que sea necesario una suspensión. Pero, después de todo, hay que mantener el respeto hacia los profesores. Deja que la profesora McGonagall se encargue del castigo", dijo Dumbledore, mirando a McGonagall, que esperaba su veredicto.

"Bueno, después de todo, es mi casa y es necesario poner orden. Descuento 200 puntos a Gryffindor y su castigo será limpiar todos los trofeos por tres meses, sin magia", decretó McGonagall, con pesar por perder puntos de su casa.

"Ok, no hay problema, profe. (Después de todo, he limpiado baños en un monasterio por años; esto es un juego de niños)", respondió Stephen, felizmente, ganándose miradas extrañas de todos los presentes.

Lo que no sabían era que esto era solo el comienzo del despertar de una pesadilla. A partir de entonces, todos los profesores empezarían a echarle la culpa a Snape por corromper a su mejor estudiante, sin saber que el niño ya tenía todo planeado para su diversión mucho antes de entrar a la escuela.

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Capítulo corregido por ChatGPT.