"La Vuelta a Hogwarts y Nuevos Comienzos"

Al llegar a Inglaterra, Stephen recibió varias cartas dirigidas a Steve Rogers, incluyendo una invitación para conocerlo de parte de Cornelius Fudge. Parecía que Fudge estaba preparándose para postularse como ministro, y su abuelo también recibió varias cartas. Aunque Stephen ignoraba al hombre, quien parecía confiable, sabía que eventualmente se volvería un político ambicioso, cuyo ansia de poder había causado mucho daño. Su llegada podría permitir que Voldemort armara un ejército aún más formidable.

Stephen se despidió de Flitwick y regresó a su habitación, ya que quedaban unos días más de clases antes de que terminara el año escolar.

La participación de Stephen en el torneo era un secreto a voces en Hogwarts, ya que todos lo sabían. Sin embargo, nadie lo dejaría salir de la escuela por respeto a Stephen.

Cuando llegó a la torre de Gryffindor, fue recibido por una fiesta organizada por los gemelos Weasley, en la que participaron todos los Gryffindors.

"No sé, vale, jefe," dijo uno de los gemelos.

"¡Claro que no se vale!" exclamó el otro.

"Nos enseñaste alquimia, pero no esa fabulosa manera de pelear," continuó el primero. "¡Eso fue genial, sobre todo la última batalla!" agregaron ambos, emocionados.

"Mhm, si quieren, les puedo enseñar. Pero es una magia que usa estamina, así que tendrán que entrenar también sus cuerpos," respondió Stephen mientras comía algunos dulces que sus compañeros habían traído de la cocina.

"¡Yo, yo, yo también, por favor! No me importa ejercitarme, incluso podría verme mejor," dijo Lee Jordan, que estaba sentado al lado de Stephen.

Algunas chicas y un par de chicos también mostraron interés en entrenar, algunos para ponerse en forma y otros porque querían aprender la magia que Stephen había mostrado.

Todos los Gryffindors pudieron ver la batalla, ya que Stephen se la había enviado por Misty a los gemelos.

"A todo esto," dijeron los gemelos, "necesitamos que nos enseñes a hacer esa caja reproductora de imágenes." Se referían a la caja en una esquina que reproducía la pelea.

Esta caja fue creada por Nicolas Flamel y Stephen para reproducir "videos," aunque su funcionamiento era bastante simple. La caja toma fotos cada 10 segundos, las cuales duran el tiempo máximo de movimiento en la foto mágica. Luego, las fotos se organizan y se reproducen en un baúl con un encantamiento de extensión indetectable. Se mojan con una poción para que se muevan, pero eso es lo de menos. En uno de los lados del baúl hay un lente convexo y un par de runas de invocación que se activan cada 10 segundos, cambiando las fotografías.

El único problema fue modificar la runa lo suficiente para que no se notara el cambio de fotografía. Además, no tiene sonido, pero el abuelo de Stephen dejó eso para que él lo aprendiera por sí mismo con ayuda de los gemelos, ya que este invento podría cambiar el mundo mágico, y con él, su nieto podría crear su propio imperio comercial.

Aunque los Flamel no carecían de dinero, Nicolas quería ver cómo su nieto cambiaba el mundo y hacía avanzar el estancado mundo mágico.

"Sí, sobre eso, tal vez podamos hacer algo interesante. Pero dejémoslo para después. Si quieren, pueden ir a mi casa durante las vacaciones," dijo Stephen a los gemelos.

"¿Tu casa?" "¿Quieres decir... dónde vive Nicolas Flamel?!" exclamaron los gemelos al unísono, con un tinte de emoción en su voz.

"Sí, si no quieren, no pasa nada, nos juntamos en sus casas," dijo Stephen con una sonrisa burlona.

"¡No!" gritaron los gemelos. "¡Nos encantaría ir a tu casa!" "¡Por favor, jefe!" pidieron los gemelos, temerosos de que Stephen se retractara.

"Jajaja, está bien, no se preocupen. Solo hay que avisar a sus padres. Tal vez les presente a mis amigos en Francia."

"¿Francia? Pero, ¿no está tu casa en Hogsmeade?" preguntaron los gemelos.

"Sí, pero ya entenderán cuando vengan a mi casa," respondió Stephen con una sonrisa.

Después de unos días de descanso, llegó el momento de tomar el Expreso de Hogwarts para volver a casa, el cual Stephen también montó.

"¿Tú no vives en Hogsmeade, por qué también subes al Expreso a King's Cross?" preguntó Angelina, viendo a Stephen.

"Es obvio que para volver a casa hay que tomar el Expreso," respondió Stephen, con cara de que estaba mirando a alguien que hacía preguntas obvias.

Angelina puso los ojos en blanco y se dispuso a ignorar las tonterías de Stephen.

El viaje no fue nada del otro mundo. Se divirtió con los gemelos hablando sobre cómo mejorar algunos artículos de bromas. Esta vez, Lee Jordan estaba con ellos, comiendo bocadillos y dando ideas.

Cuando llegaron, Stephen fue con los gemelos a preguntar a sus padres si podían quedarse con él y tal vez llevarlos a conocer Francia. La familia Weasley dudó por falta de efectivo y por si querían dejar a los traviesos gemelos ir a la casa de Nicolas Flamel.

Pero Stephen los convenció, contando que era una idea de su abuelo que les iba a enseñar alquimia y que no se preocuparan por el viaje a Francia, ya que tenía una puerta conectada a su casa en Francia, así que no gastarían nada en el viaje. Esto interesó al señor Weasley, pero no preguntó más, pensando que era un secreto del señor Flamel. Finalmente, aceptaron con la condición de que los gemelos visitaran su casa los fines de semana y regresaran a casa la semana antes de volver a Hogwarts.

Obviamente, no faltó la amenaza de que, si se portaban mal, los irían a buscar enseguida.

Los gemelos aceptaron encantados y luego siguieron a la elfa Misty, que ya estaba esperando. La razón por la que no usó el portal fue porque, según el director Dumbledore, una magia de transferencia necesitaba muchas regulaciones y pruebas que debía hacer el Ministerio de Magia antes de que pudiera ser aceptada para su distribución.

Así que Stephen tuvo que retrasar un año más la publicación de su libro. Aunque algunos amigos y sus familias ya lo tenían por parte de Stephen.

Cuando llegaron a la casa Flamel, Stephen miraba sorprendido a los gemelos mientras estos se comportaban tan pulcramente al presentarse a Nicolas Flamel, ganándose la burla de Stephen.

"Así que estos son los pequeños traviesos de los que habló Dumbledore. Hacen de la escuela más ruidosa, jojo," dijo Nicolas, observando a los chicos con detenimiento.

"Sí, abuelo. Ellos son Fred y George Weasley. Quieren aprender alquimia para crear su propia tienda de artilugios de broma," explicó Stephen, observando el nerviosismo de los gemelos.

"¿Bromas, eh? No importa cómo usen la alquimia, mientras sean serios en aprender, no me molesta enseñarles," dijo Flamel con una sonrisa, pensando en el hecho de que nunca tuvo discípulos, aunque sí ayudó en el camino de la alquimia a muchos magos. Su nieto aprendió técnicamente solo y empezó a ayudarle desde los 9 años.

"Bien, síganme a la biblioteca. Primero tenemos mucho que leer y luego me mostrarán lo que saben," dijo Flamel mientras comenzaba a caminar lentamente.

"¡Sí, señor!" respondieron los gemelos al unísono, ganándose una sonrisa de Perenelle, que estaba observando todo mientras Misty le servía té.

"Parece que la casa va a ser un poco más ruidosa a partir de ahora," dijo Perenelle con cariño en los ojos.

Los días pasaron. Los gemelos, al principio, se cansaban de estudiar, pero luego Flamel les empezó a enseñar las prácticas, reavivando su espíritu. De vez en cuando iban a Francia por el portal permanente, algo que sorprendió a los gemelos y los encantó.

Allí conocieron a Fleur y a los demás, y pasaron toda una semana paseando con ellos. Aunque los gemelos no sabían francés, todos los demás sabían varios idiomas. El que menos sabía era Ricky, que solo sabía francés, alemán e inglés. Todos comenzaron una especie de competencia cuando Stephen tenía 7 años y había aprendido 7 idiomas. Tal vez esto activó el espíritu competitivo de los gemelos, que empezaron a aprender palabras básicas de francés, pero se rindieron fácilmente al darse cuenta de la complejidad del idioma.

Y así llegó el día de volver a Hogwarts...

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**Capítulo corregido por ChatGPT.**

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