Círculo Completo

Los oscuros tentáculos de la Reina de las Sombras se lanzaron hacia Markus y Rosie, pero Aurora saltó entre ellos. Sus ojos brillaban con luz azul mientras desviaba el ataque con un escudo de pura energía.

—Hoy no —gruñó Aurora, su voz resonando con poder.

Eli dio un paso adelante, sus ojos fijos en su madre. —¿Por qué abrir las Puertas? Destruirás todo, incluso a ti misma.

La Reina de las Sombras se rió. —El poder requiere sacrificio, mi hijo. Algo que tu padre nunca entendió.

—Esto termina ahora —declaró Aurora, su lobo emergiendo a la superficie. Su transformación fue instantánea: su pelaje brillaba plateado bajo la luz de la luna, su lobo más grande que cualquiera en la manada.

La sonrisa de la Reina de las Sombras se desvaneció. —Imposible. Nadie se transforma tan rápido.

—No soy cualquiera —gruñó Aurora, lanzándose hacia adelante.