Elena acunaba al cachorro de un lado a otro, mirándolo con amor en sus ojos —Serías un gran cachorro, sin duda. Tienes a Oberón, a Nyx, a tu madre, incluso a Archi también. Lamentablemente, tu padre no está con nosotros —sacudió la cabeza.
—De cualquier manera, serías el mejor —sus ojos se llenaron de agua—. Cómo desearía que Alcide pudiera haber visto este día —miró al techo.
Acercó al bebé más a ella y besó su frente —Nunca pensé que llegaría a este momento, entendés. Perdí a tu madre cuando aún era un bebé, solo para encontrarla años después. Aunque la manera en que te tuvo fue errónea, ya que no está casada con tu padre, todavía no querría perderla por nada del mundo.
Sonrió, sus ojos se abrieron con felicidad —He visto descendencia de ambos mis hijos, y también los he cuidado y amado —se rió con tristeza—. Estoy cansada de este mundo, quiero encontrarme con él pronto —suspiró, sintiendo esperanza.