Tessy_Writes

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—¡¿Por qué tenías que casarte conmigo si sabías que me ibas a desechar?! —gritó ella.
Él exhaló suavemente y se enfrentó a ella, con el rostro inexpresivo, sus ojos sorprendentemente fríos.
—Es porque tenía que salvar mi corona y mi trono. Ahora, déjame vivir mi vida.
—¿Por qué tenía que ser yo? —se llevó las manos a la cara.
—Sabes que ella es mi compañera predestinada y no hay nada que pueda hacer al respecto.
Con lágrimas en los ojos, se levantó lentamente y asintió.
—Firmaré los papeles de divorcio.
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Nyx está desgarrada por el dolor, cuando Alfa Oberón, su esposo, decide divorciarse de ella después de afirmar haber encontrado a su compañera predestinada.
Ella abandona la manada por miedo a volver con sus padres abusivos y crueles y cría a su hijo completamente sola.
Los años pasan volando, con la nueva Luna incapaz de producir un heredero para el reino. Un vidente le dice al rey que tiene un heredero con la sangre del rey corriendo por sus venas.
¿Qué sucede cuando se da cuenta de que el niño es de la misma mujer a la que una vez ofendió? ¿Qué hará para convencerla de que vuelva con el fin de salvar su trono y el reino?
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El heredero perdido desde hace mucho tiempo del Alfa

—Él apartó la mirada —Lo creo —se encogió de hombros.


—¿Lo crees? ¿Por qué? Me gustaría creer que eres amable —ella apretó sus manos suavemente.


—Su corazón se aceleró —Oh, gracias entonces —dijo simplemente.


—Él ni siquiera sabía por qué estaba comportándose de esa manera de repente. Quería ser dulce con ella, pero sabía muy bien que ella lo rechazaría antes de que él pudiera hacer un movimiento.


—¿Está todo bien Logan? No pareces feliz —ella puso un puchero.


—Él forzó una sonrisa —Estoy bien. No hay necesidad de preocuparse por mí. Yo... solo estoy tratando de acostumbrarme al ambiente.


—No pasa mucho por aquí. El palacio realmente no es un lugar para la aventura, ya ves —ella suspiró—. Me pregunto por qué mi padre me hace venir aquí a menudo —ella rodó los ojos.


—Él no hizo algo malo —murmuró él.


—Él negó con la cabeza —Oh, nada. No he dicho nada.


—Él bajó la mirada, sin saber qué más decir. Sintió su mano en su hombro, y levantó la cabeza de golpe.


Desgarrado entre deseos..