Thane llamó a la puerta. Se abrió revelando a su madre, una mujer baja, con cabello castaño corto, ojos marrones oscuros pequeños, una nariz puntiaguda y labios rojos.
Sus ojos se iluminaron en cuanto vio a Thane.
—Thane mi querido —lo abrazó—, ¿dónde has estado? Me he estado enfermando de preocupación por ti —sus ojos se agrandaron—, ¿qué te pasó?
—Lo siento por hacerte esperar madre —sonrió nervioso—, ¿estás bien? —Se desprendió del abrazo.
—Estaba preocupada, fuiste a visitar a la madre de Archi y... no regresaste temprano —echó un vistazo hacia Nyx.
Nyx avanzó para saludarla, —Lo siento, Atenea... es una historia larga, pero definitivamente no es para hoy.
Atenea les lanzó miradas confusas, —¿Qué está pasando? ¿Está todo bien?
Archi decidió intervenir, —En realidad... necesitaríamos que intercambiaras armarios con mi madre, jeje —su rostro se puso pálido.
Atenea movió la cabeza ligeramente, —Entra, todavía hace frío afuera —abrió completamente la puerta.