Mientras Lin Changhong observaba la expresión de Lin Caisang mientras hablaba, sabía que esta joven chica tenía algún plan travieso en mente. Se acercó a ella y preguntó, con una ceja levantada y una sonrisa juguetona.
—Si va a haber un alboroto, ¿por qué no hacerlo grande? —Lin Caisang soltó una risa suave, mirando a su hermano.
—Changyi, ve a buscar a tus buenos amigos en la aldea. Ve a la finca de la familia Ya y esparce la noticia por la Hermana Sangsang de que Ya Guman está conectado con nuestra Familia Lin ahora. De ahora en adelante, él disfrutará de todos los beneficios, y sus padres no recibirán nada, incluso si suplican, solo se les darán sobras frías para comer.
—Oh, está bien.
—Lin Changyi pareció captar solo parte de ello, pero asintió de todos modos.