Los planes de Damien

Anne estaba en la encimera de la cocina, empacando cuidadosamente el almuerzo de Ryan para la escuela mientras él estaba sentado en la mesa, balanceando las piernas y hablando animadamente sobre su próxima excursión. La luz del sol de la mañana entraba por las ventanas, bañando la habitación con un cálido resplandor dorado, y Anne sentía una rara sensación de paz. Las cosas finalmente habían comenzado a calmarse entre ella y Damien, y por primera vez en semanas, sentía que avanzaban, dejando atrás la tensión y la incertidumbre.

Miró hacia Ryan, quien ahora estaba llenando su mochila con algunos de sus juguetes favoritos, y sonrió. —¿Listo para la escuela, amigo? —le preguntó, cerrando la cremallera de su bolsa de almuerzo y entregándosela.

—¡Listo! —respondió Ryan, agarrando la bolsa y colgándosela al hombro—. Nicky dijo que me acompañaría a la escuela hoy.