Invitado no deseado

La mirada de Richard se desplazaba entre su pareja y la mujer descubierta, su expresión endureciéndose por segundos —¿Crees que traerla aquí nos hará confiar en ti, Jackson? —Su voz era baja, peligrosa —Has dejado claro tu punto, pero Elara no es bienvenida aquí.

Los ojos violetas de Elara se fijaron en Richard, su rostro era ilegible, aunque había un destello de algo—quizás arrepentimiento, quizás desafío —No estoy aquí por tu aprobación, Alfa Ricardo. Estoy aquí para hacer lo que debe hacerse —Su voz era estable, casi calmada, pero bajo esa apariencia calmada yacía una historia llena de traición, secretos y enojo no resuelto.

Liana dio un paso adelante, su furia apenas contenida —¿Qué debe hacerse? —repitió, elevando su voz —¿Crees que puedes simplemente entrar aquí y proteger a su hija después de todo lo que has hecho? ¿Después de que nos abandonaste?

Elara se giró para enfrentarla completamente, su expresión se suavizó, aunque aún estaba a la defensiva —Liana, tú no entiendes