Una celebración

Anne llegó a la escena, sin aliento y llena de una curiosidad tensa. El olor a sangre aún perduraba en el aire, mezclándose con la pesada atmósfera. Vio el cuerpo sin vida de Jackson en el suelo, Jessica estaba cerca, su rostro pálido y vacío por el shock, mientras Malcom la sujetaba del brazo con un agarre posesivo. La escena era caótica.

—Malcom, piénsalo bien —la voz profunda del Alfa Falcon resonó entre la multitud, su tono hirviendo con desaprobación—. Jessica no puede ser la Luna de la Manada de la Luna Roja. No después de lo que ha hecho, y no con su reputación. La manada nunca la aceptaría.

Los ojos de Malcom se estrecharon, su mandíbula se tensó. —Ella es mi pareja, y eso es definitivo. La manada llegará a aceptarla una vez que vean lo que significa para mí. No necesito su aprobación para reclamar lo que es mío.