Verdades destrozadas

Anne vaciló, el peso de sus palabras presionando sobre ella. Había llevado este secreto durante tanto tiempo. Pero ahora, al ver el caos y el dolor que la paranoia de Liana había desatado, sabía que no podía seguir en silencio por más tiempo.

Tomando una respiración profunda, Anne cuadró sus hombros y cruzó miradas con Damien. —Mereces saber la verdad —dijo, su voz temblorosa pero resuelta—. Liana no es tu verdadera madre.

La habitación quedó en silencio como si el aire hubiera sido succionado. Damien parpadeó, incredulidad y shock pasando por su rostro. —¿Qué? —preguntó, su voz apenas más alta que un susurro.

El corazón de Anne latía fuerte, pero siguió adelante. —Tu verdadera madre... fue Jennifer. Ella era la hermana de Heather, Damien. Una humana.

Damien retrocedió un paso, su mundo inclinándose. —¿Jennifer? No. Eso no puede ser. Liana me crió. Ella es mi madre.