Ella y Lixiu ayudaron a la Tía Wu a elegir por un rato, y pronto ambas pusieron sus ojos en dos rollos de tela, uno azul lago y el otro cian claro. Apropiados para hombres y mujeres, jóvenes y mayores por igual, eran mucho más caros de lo que la familia Wu solía llevar, y los dos rollos juntos costaban dos taeles de plata.
—Chica Yan, la tela es realmente bonita, pero es un poco demasiado cara. La Hermana Mayor Dani, Tie Tou y yo normalmente hacemos trabajos pesados y no necesitamos llevar una tela tan fina —dijo la Tía Wu sintiendo la tela suave y cómoda, la cual le gustaba mucho pero era reacia a comprarla, incluso si en ese momento no le faltaban esos dos taeles de plata—. ¡Debes saber, dos taeles de plata eran suficientes para cubrir medio año de gastos del hogar!
Al oír esto, Mo Yan estaba dispuesta a gastar dos taeles de plata para comprar la tela para la Tía Wu, pero sabía que hacerlo sería una ofensa para la Tía Wu, así que no dijo nada.