Lu Qingyi tomó el abrigo de Xu Boyan y sus labios se curvaron en una leve sonrisa. Luego, tomó el paraguas de la mano de Xu Boyan y se lo entregó a Lu Jiahao.
—Toma, podrías resfriarte por la lluvia. —Ella empujó el paraguas con fuerza en las manos de Lu Jiahao.
Xu Boyan acababa de llegar de la empresa, vestido de traje. Su abrigo estaba ahora en manos de Lu Qingyi.
—Yo... —Lu Jiahao se quedó sin palabras. Tener el paraguas en las manos se sentía como una papa caliente.
No sabía si aceptarlo o descartarlo.
Cuando se encontró con la mirada de Xu Boyan, no vio frialdad. Solo entonces logró exhalar profundamente.
Era como ver un drama romántico.
Lu Jiahao había tenido miedo de que Xu Boyan se enojara si Lu Qingyi le daba el único paraguas a él.
Pero ahora parecía que todo estaba bien.
—¿Juntos? —Lu Qingyi abrió el abrigo de Xu Boyan sobre sus cabezas y lo miró con una sonrisa juguetona.
—Claro. —Xu Boyan tomó naturalmente el abrigo de Lu Qingyi y ambos se refugiaron bajo él.