Joe Yishui

Gu Huai'an, un joven vástago de la Mansión del Patio N.° 01, se había convertido en el comandante en jefe del Centro de Comando de Aviación Dragón a muy temprana edad.
Era conocido por su trato frío y rara vez sonreía o reía.
No solo provenía de una familia distinguida, sino que también era la joya inalcanzable de la Mansión del Patio N.° 01 de Beidu.
De repente un día, escuchó a alguien llamarlo "hermanito".
Cuando siguió la voz, una chica bonita con cara indiferente preguntó:
—Disculpe señor, ¿nos conocemos?
Y al mismo tiempo:
—¡Guau, el hermanito es tan guapo!
—Hay montañas más allá de las montañas, edificios más allá de los edificios, pero el hermanito es guapo y gentil.
—¡Hermanito, abrazo!
Gu Huai'an: …
La boquita de la niña, engañosa como la de un fantasma.
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Song Yunuan transmigró a una novela de época y se convirtió en una villana menor que pronto fue eliminada —un papel demasiado pequeño para ser más pequeño.
En su primer día en el libro, se encontraba en el patio de la familia Song, tratando arduamente de recordar por qué toda la familia Song sería exterminada en la historia.
Al final, no logró notar las expresiones petrificadas de los miembros de la familia Song.
Más tarde...
Su padre se convirtió en el hombre más rico, su hermano en un abogado de renombre, su hermanito en un científico, su tía menor en una cantante e incluso su abuela se convirtió en una propietaria de tierras.
Ella misma se transformó en la querida de todos.
Song Yunuan: ¿Qué pasó con el comienzo infernal que me prometieron?

Esposa Dulce de los Ochenta

Song Yunuan echó un solo vistazo y luego salió.


Las personas en el estudio se levantaron, preparadas para irse una tras otra.


Xia Xindong sintió que algo no estaba bien.


Ji Xinyi estaba hablando con Wei Qingmei con impaciencia.


Ella sentía un profundo desprecio por esta mujer, sabiendo que la había dañado, pero no había ni una pizca de evidencia.


Había sufrido la desgracia de la amnesia y no se había recuperado hasta el día de hoy.


A diferencia de otras enfermedades, su padre no se atrevía a ser agresivo al respecto, así que tenían que dejarlo estar por el momento.


—Nunca te he dado la bienvenida, sin embargo insistes en avanzar; déjame adivinar, ¿lo que quieres es la receta de mi padre, no es así? —dijo Ji Xinyi.


Los ojos de Wei Qingmei se enrojecieron.


—Pierdete rápidamente, no quiero oírte decir una palabra —movió la mano Ji Xinyi.


Detrás de ella, de cerca, iba Xia Xindong.


Capítulo 584: Sosteniéndola