—¿Qué otra razón? —Lu Yun alzó una ceja.
Shen Mianmian miró a Gao Changchun y dijo con intención:
—Sería mejor si Siyuan te lo contara él mismo. Si no quiere hablar de eso, no es mi lugar decirlo. Deberías regresar y preguntarle. Ten una buena charla, y él te lo dirá.
Lu Yun frunció el ceño, una persona inteligente que sabía leer la situación, captó al instante la implicación de Shen Mianmian.
Lo que la desconcertaba era que Gao Changchun había dicho que el asunto tenía algo que ver con Shen Mianmian, pero Shen Mianmian indicó que no era apropiado hablar de ello frente a Gao Changchun.
Una de estas dos debía estar ocultando algo.
Gao Changchun era su cuñada, la tía de Siyuan, y Shen Mianmian parecía una chica con profundas maquinaciones. Claro, preferiría creer a su propio familiar.
—Shen Mianmian, ahora mismo, no me importa por qué no quiere cambiar de escuela. Solo quiero decirte que espero que te mantengas alejada de mi hijo. No me gusta tu amistad.