Shen Mianmian llevó a Gao Changchun y a Lu Yun a su residencia.
Para Gao Changchun era la primera vez en un lugar tan agradable. Sus ojos se abrieron de par en par mientras caminaba por la casa asombrada.
No podía dejar de elogiar lo maravilloso que era.
En el momento en que Lu Yun entró al complejo, ya había quedado sorprendido interiormente.
—Esta chica realmente no es simple. Una niña del campo y puede vivir en una casa tan agradable —murmuró para sí.
Xiaocui sirvió agua para los tres y luego no se atrevió a hacer ruido. No reconoció a Lu Yun, pero por su aspecto, adivinó su identidad. Por la expresión en la cara de Lu Yun, estaba claro que había venido con malas intenciones.
Pero como Shen Mianmian no habló, Xiaocui tampoco se atrevió. Simplemente se sentó en silencio al lado de Shen Mianmian.
—Tía Lu, ¿hay algo de lo que viniste a hablar conmigo? —Shen Mianmian tomó la iniciativa de comenzar la conversación.