Kisha miró a Gorrión con una mezcla de diversión y lástima.
—Gorrión, ¿no crees que eres un poco... desafortunado? El equipo de Buitre avanza sin problemas, pero parece que la mala suerte te sigue a dondequiera que vayas —no pudo evitar sonreír interiormente, recordando algunas de las historias que él había compartido con ellos en el pasado.
Habían sido innegablemente divertidas, aunque sabiamente guardó su risa para sí misma, no queriendo herir sus sentimientos.
Gorrión ya se había dado cuenta de ello por sí mismo. No es que siempre fuera tan desafortunado, pero los constantes percances parecían seguirle.
Sus ojos se desviaron hacia Buitre, quien se reía silenciosamente a su costa.
Sin poder resistirse, Gorrión le dio una patada rápida en el trasero, haciendo que Buitre tropezara hacia adelante con el ceño fruncido.