—Entendido. —Aston asintió y se hizo a un lado.
—Gorrión informó rápidamente a su equipo sobre su última misión a Ciudad Puerto, y en pocos momentos, estaban listos para partir.
—Rakan, observando cómo se alejaba el camión, lanzó una última mirada antes de girarse.
—Siguió a Aston, con sus seis subordinados supervivientes detrás de él.
—Ya no sentían ninguna obligación de ayudar a las personas que quedaban en el refugio de Ciudad Puerto.
—Después de todo, cuando los hombres de Víctor los habían expulsado, esas personas solo los habían mirado con desdén, como si hubieran cometido crímenes imperdonables al no matar a Gorrión y tomar sus suministros.
—Cuando Víctor se movió contra su propia gente, aquellos a quienes una vez habían tratado con cuidado, se mantuvieron al margen, indiferentes al destino de sus vidas.
—En este punto, estaba claro que regresar a Ciudad Puerto no era la mejor opción para él y sus subordinados.