Debido a esto, nadie ha logrado extraer exitosamente un insecto demoníaco de su anfitrión.
Sin embargo, dado que 008 fue quien propuso esta solución, Kisha confiaba en su éxito, especialmente porque tenían preparados muchos viales del líquido azul.
Al escuchar esto, todos intercambiaron miradas de asombro, con la boca abierta, pero la emoción en sus ojos era inconfundible.
Ellos también anhelaban liberarse del tormento que habían soportado.
Sentían como si agujas afiladas les apuñalaran el pecho, y algo siniestro se retorcía dentro de sus corazones, apretando su agarre con una fuerza implacable.
El dolor era peor que cualquier cosa que hubieran experimentado antes.
Ahora que Kisha había decidido librarlos de este abominable insecto demoníaco, una ola de alivio los invadió.
Se regocijaron con vigor, Kisha podía sentir su alegría colectiva, sabiendo cuán profundamente habían sufrido por las agitaciones implacables del insecto.