Después de asignar acceso designado a otros, incluyendo a la Sra. Winters, el Patriarca, Buitre, Águila Calva, e incluso Duque, Kisha aseguró que todos pudieran trabajar eficientemente mientras mantenían una comunicación fluida dentro de la base. Esta configuración aumentó significativamente la productividad de sus respectivos departamentos.
—Esto es increíble... —murmuró Duque, con los ojos fijos en la interfaz mientras navegaba por sus funciones.
Comenzó a replicar todo lo que Kisha había hecho, familiarizándose rápidamente con el sistema.
Esta vez, Kisha le concedió acceso completo, tal como había hecho antes. Ahora, tanto ella como Duque tenían control ilimitado sobre ambos territorios, lo que les permitía supervisar y administrar todo a su parecer.
De repente, Kisha estalló en risas. —¡Volvamos a Ciudad A ahora! —declaró con entusiasmo.