Por los viejos tiempos

—No creo que sea una coincidencia en absoluto.

El silencio cayó en el salón donde Atlas, Penny y Zoren disfrutaban de su té. La pareja miraba fijamente a Atlas mientras él mantenía su mirada de forma severa.

Según personas que conocían a la familia —el hombre que poseía las imágenes de la cámara de salpicadero— habían vivido en el vecindario por más de una década. Fue una sorpresa que se mudaran tan repentinamente, especialmente cuando los vecinos que se llevaban bien con ellos no habían escuchado ningún plan de que se mudaran.

Todo esto ocurrió la misma noche que Atlas consiguió las imágenes y Sven fue atrapado.

—No me siento bien con esto —Atlas rompió su silencio momentáneo—. Seguiré investigando. La única razón por la que vine a decírtelo es porque creo que tú también deberías saberlo.

Luego desvió la mirada hacia Penny. —Especialmente tú.

—¿Yo? —Penny parpadeó—. ¿Por qué yo?