Pela bien

De pie frente a Dean, Mildred sonrió nerviosamente.

—Joven Maestro Dean, ¿qué te trae por la cocina? ¿Hay algo malo con la comida?

—No —Dean movió la cabeza, observando la cocina—. Estoy buscando... una rata astuta.

—¿Una rata? —Mildred frunció el ceño—. Joven Maestro, no creo haber visto una rata aquí. Y aunque hubiera, no podría entrar. Este lugar ha sido sanitizado en los últimos días en preparación para la reunión familiar. Así que, es imposible.

Dean no escuchaba a Mildred y continuaba mirando alrededor. Profundas líneas aparecieron entre sus cejas mientras examinaba a cada mujer en la cocina, pero no estaba la persona que buscaba. Mientras tanto, Mildred no pudo evitar inclinar la cabeza hacia un lado.

—¿Joven Maestro? —lo llamó cuidadosamente, preguntándose por qué Dean miraba alrededor en lugar de revisar la parte baja de la cocina si supuestamente buscaba una rata.