Mantente fiel al plan

—Te revelo esto solo a ti porque quiero darte tranquilidad. Puedo ayudarte.

—Ayuda.

Todo este tiempo, Esteban había pensado que no recibiría ninguna ayuda. Después de todo, aquellas personas lo habían emboscado justo frente a la comisaría de policía, borrando toda esperanza para él desde el principio. Por cómo ocurrieron las cosas, Esteban creía que se enfrentaba a una fuerza muy poderosa.

Y si no escuchaba, todo su mundo se desmoronaría.

Lo acorralaron en su momento más desesperado y, aprovechando esta desesperación, extinguieron cualquier visión de esperanza. Era como si Esteban hubiera caído en un trance hipnótico, incapaz de ver una salida.

Pero al escuchar esa palabra, "Ayuda", se preguntó si sería posible.