Invitación

Horas más tarde, Nina se desplomó en la silla junto a la cama de Finn.

Se sentía cansada, incluso después de haber almorzado con Jonathan. Él había estado corriendo por todas partes esa mañana, tratando de terminar sus tareas lo más rápido posible para poder venir aquí.

—Lo siento, Finn —susurró, dejando su bolso y alcanzando su mano—. Realmente lamento no poder quedarme, o no poder cuidarte todo el tiempo.

Otro pesado suspiro escapó de ella mientras pensaba en los días en que llegaba aquí tarde en la noche. Luego, todavía tenía que salir temprano para ir a trabajar. Ya había usado todos sus permisos, así que no podía quedarse con él. Sin embargo, todavía se sentía culpable, porque no podía cuidarlo tanto como quería.

—Y luego, lamento llevarme el trabajo a casa —miró su bolso, donde un puñado de papeles yacía al lado—. Mañana es la reunión de los miembros del club de fans de Penny...

Nina se quedó en silencio, mirándolo. —¿No debería ir?