María era una mujer bastante simple, si para los estándares actuales sobre las ancianas se refería.
Con 58 años, lo que fue una vez una joven mujer que fue parte de la realesa Rusa, ahora se había reducido a una vieja mujer solitaria que se mantenía en sus recuerdos la mayor parte del tiempo, y que intentaba distraerse en sus bordados los cuales le ganaban el substento de la vida.
Se casó a los 18 años, con un príncipe sueco, sin embargo, despues de tener su único hijo lenard, se divorció de su esposo en 1914, tres años antes de la revolución rusa.
Despues de eso se mudó a Francia como refugiada, fundó una compañía de bordado y diseño de moda llamado Kitmir en 1921, donde su estilo de hacer vestidos usando diseños Rusos tradicionales y estilos modernos llamó la atención, con casas de la moda comprando sus diseños de forma constante, entre estos, eran casas como gucci, pero, al final, su empresa tuvo que cerrar tras varios años debido a más guerra.
Con algunos ahorros, se mudó constantemente, alemania y suecia eran dos puntos donde tenía un lugar donde vivír y algo así como una conección.
No podía volver a Rusia, simplemente era ponerse el objetivo en la cabeza si hiciera esto, y aunque seguía manteniendo correspondencia con otras personas de la familia que tambien habían sido exiliadas, la verdad era que la vida se había vuelto gris hace mucho tiempo.
Actualmente residía en Estocolmo. Una pequeña casa vieja que le regalaron tras su boda en aquel tiempo cuando aún era una joven recien casada, la casa era pequeña y acojedora, con un estilo frances único y detalles Rusos contemporáneos.
La casa era agradable, sin embargo, los años no le ayudaron.
Cuando caminaba por los pasillos, los tablones crujían, habían un par de goteras que incluso con una reparación, volvían a gotear, estaba ese sonido terrible de tablones crujientes durante la noche, y el olor a casa vieja que de joven odiaba tanto cuando visitaba la casa de sus tios ahora emanaba por todas partes.
Algunos adornos cubrían las paredes, adornos de recuerdos pasados, fotografías de su familia y su hijo, el cual era un orgullo para ella, siendo un conde en una isla en alemania, aunque según sus cartas, las cosas no le estaban llendo tan bien en estos tiempos.
Su salud tampoco era excelente, la edad le había causado algunos problemas que naturalmente no podían solucionarse con tomar algunas pastillas. Sea como fuera, ella vivía tranquila y en paz.
Había escrito dos biografías "Education of a princes" que contaba su vida de joven antes de la revolución, y "Una princesa en exilio" que contaba su vida como parte de la familia real y como sobrevivió en el excilio.
No eran grandes obras literarias, sin embargo, tenía que admitir que le trajeron algunas ganancias.
En este dia, ella volvió a despertar en su cama una vez mas.
Aunque su cuerpo le decía que quedarse acostado sería realmente muy cómodo, sus viejos hábitos le dijeron que esto no era algo propio de una señora.
Así, se levantó de mala gana de la cama que parećia querer absorverla entre las cálidas mantas.
Su dia siempre fue tranquilo, despertar limpiarse, ponerse ropa limpia.
Con pasos lentos y tranquilos.
Para cuando salió por el pasillo, ella había recuperado una postura recta y firme con la espalda erguida y una vestimenta pulcra.
El cabello castaño ahora era mayormente plateado, y las arrugas eran cosas que no podían ocultarse incluso con maquillaje.
Caminando por el pasillo, ignoró el sonido de los tablones chirriantes y en su lugar pasó entre muebles viejos pero limpios que eran parte de los tesoros que habían viajado con ella.
Algunos retratos familiares, e incluso algunas fotografías mas modernas adornaban las paredes.
Ella llegó a la sala, poniendo a calentar agua en una tetera, se sentó en su cómoda favorita y tomó el bordado en el que había trabajado durante la última semana.
Aunque su empresa había cerrado hace tiempo, la verdad era que sus pedidos seguían siendo populares, despues de todo, para cualquier dama de alta alcurnia, siempre era un buen negocio gastar un poco más de dinero acambio del trabajo hecho por una dama de una antigua familia real.
Así, escuchando como la tetera comenzaba a hervír, ella se sirvió una taza de su té favorito y pensando que sería otro dia más en su vida, comenzó el bordaje.
...
O eso fue hasta que de forma inesperadda, un sonido de un auto llegó frente a su puerta.
Ella lo ignoró, aunque el sonido de los autos eran cosas poco comúnes, estas comenzaban a volverse más comúnes con los años, entonces al escuchar esto, no le puso tanta atención.
Sin embargo, el sonido del auto no pasó de largo como era lo normal, sino que pareció detenerse frente a su casa.
Esto hizo que detuviera sus manos del trabajo de bordado que estaba haciendo.
Escuchando con atención, el auto realmente se paró frente a su puerta.
Esto la hizo fruncír el seño, y por alguna razón, sintió un escalofrío extraño en su nuca, un sentido de peligro que había desarrollado con los años.
Se preguntó que sería, evidentemente, por su sensación, sentía que no era nada bueno, haciendo que apretara los palillos de bordar en sus manos.
*Toc toc*
Sonó la aldaba de la puerta tan familiar.
María se recuperó de inmediato, y aún con dudass en su mente, se levantó y caminó hacia la puerta.
Despues de ver atravez de la mirilla, se encontró con que era un hombre, con una joven señorita y una niña, ambas pelirrojas.
María se preguntó si serían una familia, cuando abrió la puerta con una mirada confusa.
[Buenas tardes señora Romanov, es un placer conocerla, mi nombre es victor Muller, estas es Driasyl Deus Von Degurechaf, y esta aquí es anastasia]
El hombre alto y fuerte se presentó ante ella de primera mano y dijo esto, aunque la mirada de María veía a la niña llamada anastasia con ojos confusos.
Por alguna razón, esta niña se le hacía muy conocida.
[Ah, se me olvidó mencionar su apellido, Ella es Anastasia Nicolaievna Romanova, 4ta hija del Zar Nicolas 2da Zar de la antigua rusia Zarista]
...
...
...
María se dio media vuelta y entró en su casa con una expreción fria.
La puerta había sido cerrada con seguro y esas extrañas personas fueron dejadas atrás.
Su humor se volvió desagradable, ¿Era broma?
El asunto de la búsqueda de Anastasia había pasado hace mucho tiempo, y aunque la chica tenía un paresido absurdo con la niña que tenía en su memoria, obviamente no era ella.
Anastasia desapareció a los 12, y aunque la chica se veía de una edad similar, parećia más joven, todabía, incluso con esto, la anastasia que conocía, debería tener 47 años, y no parecer una niña de justo 12 años o menos.
Así, le cerró la puerta en la cara a estos enbaucadores que solo querían llegar a estafar a una anciana que intentaba mantener su vida tranquila.
Ella se sentó en su cómoda una vez mas, luego bebió de su té, y tomó en sus manos sus agujas con un poco más de fuerza debido a su mal humor..
Estaba apunto de comenzar a bordar cuando de una forma increible, un brillo con chispas blancas se formaron enmedio de su sala, y un segundo despues, la misma vista que había dejado atras frente a su puerta apareció ante sus ojos.
[Disculpa por la noticia tan inesperada, pero lo que dije es real]
El hombre atravezó el extraño portal y puso un pie envuelto en botas finas dentro de su sala, seguido de las otras dos mujeres.
El portal se cerró en un instante, y el hombre le sonrió.
[Me presento una vez más.
Mucho gusto, mi nombre es victor Muller, esta es Driasyl Deus von Degurechaf, y esta es anastasia Nicolaievna Romanova. Vengo aquí para hablar de un tema importante]
Caminando en la sala con una postura casual y tranquila, tomó haciento frente a la anciana, por detrás de el, estaba Anastasia, Victor podía notar que se revolcaba en los nervios, pero sus ojos brillaban cuando veían las paredes cubiertas con fotografías y retratos, casi como si recuerdos llegaran a su mente.
Driasyl lo siguió por un lado y se sentó en otra silla y ante esto, María quien había estado reteniendo un haliento en su pecho, dejó las agujas de bordar sobre la mesa con manos temblorosas.
No era por la vejés, si de algo estaba orgullosa, era que incluso a esta edad, su pulso era firme y fuerte, en su lugar, era porque estaba sorprendida, asustada y nerviosa.
Pero, su dignidad seguía ahí, no podía caerse de su silla ni demostrar su sorpresa en su expreción, así que aunque su boca estaba seca por los nervios, no lo demostró y dijo.
[Bien, señores, porfavor hablen]
Victor asintió, moviendo la mano, hizo que algunas tazas de té cerradas en una vitrina se movieran y limpiaran, luego comenzaron una operación de prepararse un té, al mismo tiempo que los bocadillos aparecían en una bandeja de plata sobre la mesa.
María miró esto con ojos aturdidos, pero Victor comenzó a hablar.
[Así sucedió-]
La historia que contó a continuación fue un poco.. imaginativa.
Rasputín era realmente un hechizero.
Lo había verificado, por suerte, en esta historia, Rasputín era solo un estafador con tendencias sexuales demaciado activas como en la historia normal, haciendo que Victor pudiera usar a este tipo y la historia de anastasia en su mundo original para armar una especie de trama enrevesada.
El hechizero Rasputín maldijo a la familia Romanov, entonces por esto calló la monarquía y los volcheviques tuvieron tantas oportunidades para hacertar con éxito tal levantamiento en armas.
Entonces, la historia va aquí, al parecer la familia romanov tenía algo especial, o en este caso, anastasia era especial.
Su collar, el dado por su abuela, la difunta exemperatriz consorte María Fiodorovna Romanova, quien la protegió.
Victor tambien se encargó de que anastasia creyera la historia. Una cosa era decirle la verdad sobre que su familia falleció y ella reapareció 30 años despues, pero otra muy diferente es decirle que en realidad pertenecía a un mundo diferente y que ela no tiene nada que ver con los Romanov de este mundo.
Bueno, Victor no era tan cruel. Entonces le dijo esta pequeña mentira a ella, la cual incluso Driasyl no sabía, aunque si sabía que la historia de Rasputín era pura basofia inventada.
El tiempo pasó largo.
María escuchó esto con una expreción seria, aunque cuando Victor habló de Rasputín, un obvio odio fue dirigido al estafador pervertido.
Entonces, se suponía que el collar tenía una especie de encantamiento que solo pertenecía para la familia Romanov, era poderoso e increible, y mantuvo protegida a Anastassia en una especie de bucle espacial y temporal que solo se abrió 30 años despues. Una trama que incluso los autores de ciencia ficción tomarían como un cliché básico, pero en este caso era casi creíble.
Victor tambien demostró que la magia podría hacer retroceder el tiempo cuando con un pisotón, lanzó un hechizo que reparó a un aspecto casi nuevo de toda la habitación.
El hechizo era un encantamiento de reparación, pero la magia de Hp siempre fue magica, más de lo normal, y se veía como si la habitación hubiera retrocedido en el tiempo a hace varios años en un instante.
Con esto, Victor gastó casi la mitad de su poder magico ante un acto tan simple, pero se sintió satisfecho cuando miró el asombro en la expreción de María.
[No hablaré sobre como obtuve la custodia de esta chica, sin embargo, como parte de mi iglesia, tengo que admitir que fue una rotunda sorpresa el encontrarme con ella y una fortuna]
María miró a anastasia por un momento.
Sus manos temblaban y ya no era por el temor a lo desconocido, sino por la emoción de encontrarse con alguien que creía muerto pero en realidad vivía.
[E- en realidad, ¿Eres anastasia?]
Preguntó ella con un tono de voz tembloroso y áspero.
Anastasia asintió con la cabeza apresuradamente, sus ojos azules brillaban como lagos acuosos, las lágrimas amenazaban con caer de inmediato.
[Porfavor, ven aquí, déjame verte bien niña]
Anastasia se levantó de su silla rapidamente, estaba apunto de caminar con algunos pasos, sin embargo antes de hacerlo, volteó a ver hacia Victor y driasyl con algo de desconfianza.
Estos solo asintieron, y con esto, anastasia corrió rapidamente hacia la mujer.
Ante esto, María tuvo una mirada pensativa al notar este intercambio sutil, aunque la mirada astuta cambió rapidamente cuando se encontró con anastasia quien corrió ante ella.
[Dejame ver, si.. es]
María miró con cuidado a anastasia, y de hecho, con cada mirada, se parećia mas a ese recuerdo borroso que tenía sobre aquella joven.
Sinceramente, en su coraźon no lo creía del todo, sin embargo, mantenía un toque de esperanza.
Normalmente incluso con varias pruebas, no habría creído, pero, miró magia, y esto simplemente dio varios puntos.
[Dime, ¿Recuerdas algo?]
María primero quería confirmar algunas cosas, y en una conversación que parecía querer charlar con su sobrina lejana, en realidad estaba haciendo algunas preguntas que la anastasia original debería saber.
Al final, María era una mujer astuta,no era una mente de genio, pero había vivído toda su juventud en la intriga de la corte, entonces, manejar a una niña, era realmente facil y sencillo.
Lo sorprendente fue que ante su charla, Victor y driasyl, la mujer que se había mantenido casi en silencio durante todo este tiempo no dijeron nada para detenerla ni interferír, como si pensaran que sin importar que pregunta ella hiciera, Anastasia lo sabría todo.
Bueno, si ella fuera la Anastasia real, entonces no importaría.
Ella siguió charlando con la niña que obviamente estaba anciosa por tener una familia.
Incluso trallendo un libro lleno de fotografías y ella siguió recordando.
Recordaba que la señora Fiodorovna tambien pasó por algo similar en francia, el tema de la búsqueda de Anastasia fue realmente un tema famoso en aquel entonces, y las impostoras se hicieron conocer sin parar.
Habían algunos puntos que la mujer fue obteniendo para desenmascarar a ciertas personas.
Al principio se hacían preguntas difíciles, tan difíciles que solo la familia real sabría, pero, en realidad estos datos se pudieron descubrír tras un tiempo, entonces, hacer preguntas más complicadas no serbía.
Esto llevó a que se dieran cuenta.
Anastasia era simplemente una niña, obviamente no sabría quien era la prima de la hermana del tio que se convirtió en conde de quien sabe que lugar remoto de Rusia.
Ella solo conocería lo que le enseñan sobre la familia, datos clave y sobre todo, conocer a personas en ese entonces, personas que seguían vivas.
María la había conocido un par de veces, pero como la prima del zar y mujer adulta, aparte de saludarla y charlar un poco, no tuvieron más contacto, pero sí tuvo un contacto con su primo.
Entonces Ella comenzó por aquí...