En la zona vip, Cliffy estaba feliz de ver cómo Neon había ganado el primer combate, apretando sus puños con emoción, Famtom con los brazos cruzados dio una pequeña sonrisa al ver que había usado lo que le había enseñado.
Pero, Alice se paró de repente y Cliffy la vio curiosamente.
—¿Pasa algo Alice?
—Neon…
La pelirroja no entendió qué quería decir con eso y se acercó a ella, al ver que no la miraba, alzó su mano para tocar su hombro, pero ella de inmediato comenzó a correr.
—¡Espera un segundo Alice! ¡a dónde vas!
Ella salió de la sala preocupada, los dos comandantes se vieron fijamente y comenzaron a seguirla, Sohee que estaba sentada mirando la escena dio un suspiro y fue con ellos.
***
Abrí los ojos un poco, y pude ver una luz blanca que me cegaba los ojos, tardé un poco en acostumbrarme a su brillo y me levanté un poco mareado.
—Ahhh… ¿en donde estoy?
—Andas en la enfermería, te dimos una poción de curación que me dio Sohee y tu herida se cerró más rápido de lo esperado.
Sohee miro a la Enfermera de cabello rosa, con una cara asesina diciendo: “Te dije que no dijeras nada”
Yo al ver esto di una pequeña sonrisa, pero quede un poco pensativo, no recuerdo mucho de lo que había pasado porque me sentía muy mareado, solo se que, la gente comenzaba a gritar de emoción pero quien gano?
—¿Gane?
Alice, y Cliffy que me estaban mirando, colocaron una cara de confusión pero después la cambiaron a una de felicidad y asintieron con la cabeza.
—¡Claro! Su combate estuvo muy empatado pero ese golpe final estuvo genial, ¿no crees Famtom?!
La pelirroja miró hacia Famtom que tenía los brazos cruzados y miró a la comandante con su habitual cara, Charlotte me miró con una sonrisa juguetona.
—Yo vi tu combate, y esas técnicas me parecen casi iguales a alguien… —Ella miró a Famtom con una cara coqueta, él la miró sin ninguna expresión.
—Si, yo fui el que se las enseñó.
—Jajaja, ya veo con que si le enseñaste, recuerdo cuando era joven y tu que eras un soldado venias a mi consultorio con muchas heridas… que recuerdos.
Charlotte, dijo sus últimas palabras muy bajo yo no pude escuchar lo que había dicho y tampoco las demás personas, ella bajó su mirada al suelo y sus ojos estaban un poco apagados como si estuviera recordando esos momentos.
—¿Dijiste algo Charlotte? —Pregunte.
Ella me miró un poco sobresaltada y con sus dos manos las movió para negarlo, pero Famtom la miró fijamente así que ella se dio cuenta.
—No es nada, solo que estaba pensando en algo.
—Y bueno, ¿cómo me trajeron aquí?
Todos miraron a la chica rubia que se estaba escondiendo detrás de la comandante de tercer rango, y ella se sonrojo un poco al ver que todas sus miradas estaban en ella.
—Alice, te tajo, de inmediato después de que terminara el combate.
—Ya veo… Muchas gracias Alice!
Ella al escuchar eso, se levantó de su asiento y me miró fijamente sonrojada y apretó sus falda un poco.
—Si, no hay problema!
Cliffy la miró con curiosidad, sin saber porque se había relacionado de esa manera.
—Te digo que estaba muy preocupada por ti. —Sohee miró a Alice mientras tomaba un sorbo de su bebida ella la miró rápidamente.
—¡Porque dices eso! ¡Claro que no estaba preocupada!
Alice lo dijo con todas sus fuerzas, que hasta podía ver como el cabello de sohee se movía gracias al grito, pero ella no dejo de mirarla de una manera que decia “Si claro~”
—Bueno cambiando de tema —Cliffy dio un aplauso y miró a Neon —Creo que ya estás curado asi que ve a la zona de espera para tu siguiente combate.
—Si, ya voy!
Me levanté y Alice y Charlotte me dieron ánimos para el siguiente combate que era dentro de poco, yo antes de salir de la enfermería gire mi cabeza y los mire y levanté mi mano para despedirme de ellos.
“Bien, vamos al siguiente combate!”
***
Llegué la a la sala de espera, y pues tenía el mismo ánimo que antes, mucha gente entrenando duramente para los combates, y me senté en una de las sillas que estaban allí y di un suspiro.
—Ahhh… mi armadura está rota, lastima yo quería que durara otros dos combates más, pero bueno…
—¡Oh! eres Neon, no es así?!
Mientras miraba mi peto, alze la mirada hacia la persona que me había llamado, era un chico de cabello anaranjado y con un atuendo casi similar al mio, pero era de color naranja mas oscuro, yo lo mire confundido porque la verdad n osbaia quien era.
—¿Quién eres?
—Ah! Perdón por hablarte de la nada, es solo que tu combate fue demasiado impresionante, mi nombre es Storres!
Él levantó su mano para dar un apretón de manos, yo me levanté con una sonrisa, y le extendí la mano, y miré hacia un lado un poco apenado por lo que me había dicho.
—Jajaja, muchas gracias.
—Oye y dime en donde aprendiste a hacer esos movimientos con el cuerpo.
El comenzó a golpear al aire, tratando de imitar mis movimientos con las manos y pies.
—Pues me los enseñó un amigo.
—Ya, ya, ya veo!
—Así que aquí estabas, Storres.
Los dos miramos hacia la voz, era un chico que se aproximaba, de cabello de color blanco y con unos ojos de colro verde esmeralda, Storres que estaba alado comenzo a reirse de manera nerviosa.
—Ahhh, solo estaba por aquí viendo a los participantes.
—Aja~
El chico de cabello blanco lo miro un poco molesto, su tunica era igual a la de nosostros dos pero con la diferencia de que era de color blanco.
—No andarás molestando verdad?
—¡Que! yo? no para nada, verdad Neon!
El me agarró del hombro de repente y me miró fijamente como si dijera que lo que había dicho era real, así que yo di un suspiro.
—Es verdad lo que dice.
El me miró fijamente, cerrando un poco sus ojos, sentí un poco de nervios no se porque, era porque había mentido? ¿Qué pasaría si descubriera que lo que había dicho era mentira? no lo sé…
El chico dio un suspiro y después dejó caer sus hombros hacia abajo como si se relajara.
—Está bien, perdón por las molestias, mi nombre es Destine.
—No, tranquilo, mi nombre es Neon.
—Neon… no eres el del primer combate?
—¡Si ese soy yo!
—Ya veo, realmente hiciste un buen combate, tienes mucho potencial para convertirte en un caballero de rango A.
—Eh… Muchas gracias.
Mire hacia un lado un poco apenado, pero después Destine, miro a Storres que estaba alli parado escuchando nuestra conversación.
—Tu no tendrías que estar entrenando o calentando para tu combate con Voca?
—Ahhh… si, pero para que entreno si voy a perder lamentablemente.
Storres bajo su rostro hacia abajo desanimado, yo n osadía porque pero siento que habia escuchado ese nombre desde hace mucho “Voca”
—¿Quién es Voca?
Storres y Destine me miraron confundidos, el chico de cabello blanco me miró fijamente por un momento pensando si lo estaba diciendo de broma o realmente no sabía.
—¿Eres nuevo aquí? —preguntó el chico de ojos verdes.
—Si, soy nuevo, apenas llevo unos meses aquí.
—Ya, entiendo, bueno deja te explico, Voca es uno de los caballeros mas fuertes del todo el bunker, pero eso le queda muy corto… se podría decir que del mundo entero.
—¡Enserio?!
Yo me sobresalte al escuchar eso, mire a Storres que parecía desanimado asintiendo la cabeza un poco triste, porque el sabia que si pelea contra el no podria ganar.
—¡Qué mala suerte tienes!
—Si~
El chico de pelo naranja se secó una lágrima que tenía en sus ojos, pero una voz de una señorita comenzó a gritar el nombre de Storres, el levanto la cafe y fue hacia ella un poco cabizbajo.
Yo al verlo de esa manera, agarre aire y le grite con todos mis ánimos.
—¡Te deseo suerte!
El chico me miró a mi, un poco confundido, pero al ver mi sonrisa, el cambio su expresión desanimada a una gran sonrisa, no era una sonrisa de poder ganar, en cambio era una sonrisa, de que alguien se haya preocupado por él.
—Muchas gracias!
Destine que estaba callado lo miró con las manos cruzadas pero después fijó su mirada hacia mi.
—Vamos a las gradas a ver su combate.
—Si.
Después de decir eso, nosotros dos salimos de la arena de combate y fuimos hacia las gradas donde me senté en unas sillas vacías que estaban por allí, desde este lugar podía ver toda la arena, el aire olía a comida fresca por los snacks que había alrededor.
***
El árbitro apareció justo encima de la arena, en un balcón donde Noisy, el jefe de todo el búnker, observaba con una sonrisa serena, como si estuviera esperando algo. En cambio, el árbitro recorrió con la mirada a todos los espectadores en las gradas y sonrió ampliamente.
—¡Damos inicio al cuarto combate! —anunció con voz firme—. ¡Que pase nuestro primer concursante, Storres!
Los aplausos retumbaron en toda la arena. Al parecer, Storres era bastante famoso. Entró con paso seguro, empuñando una espada gris, su mirada fija al frente, esperando a su oponente.
—Y ahora, para nuestro segundo participante… ¡Uno de los caballeros más poderosos del mundo! O mejor dicho… ¡El caballero número uno, Voca!
El bullicio cesó de inmediato. Un silencio denso cubrió la arena mientras todos dirigían la mirada a la entrada. Solo el suave murmullo del aire acondicionado se hacía notar. Entonces, desde lo más profundo del oscuro pasillo, resonaron pasos lentos y pesados, cada uno de ellos cargado de una presencia opresiva.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza. La tensión era insoportable. Entonces, un pie emergió de las sombras, tocando la delgada franja de luz que iluminaba el suelo. En ese instante, una sofocante presión invadió la arena, como si estuviéramos atrapados en un horno ardiente. Respirar se volvió difícil.
Poco a poco, la silueta del guerrero se reveló. La luz iluminó su armadura roja intensa, decorada con detalles dorados que le otorgan una apariencia majestuosa. Su cabello dorado brillaba bajo las luces, pero en las puntas se desvanecía en un tono carmesí, como si estuviera bañado en llamas.
Voca caminó hacia el centro de la arena con una expresión inmutable, sus ojos afilados inspeccionando el terreno. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Mi cuerpo temblaba ante la presencia abrumadora que emanaba de él.
—Como ambos participantes están en posición… —anunció el árbitro— ¡La pelea comenzará en tres… dos…!
Apreté mi espada con fuerza. Sin parpadear, flexione las piernas y preparé los brazos. No podía darme el lujo de distraerse ni por un segundo.
Mi respiración se volvió irregular. No sabía cuánto faltaba para que el combate comenzara, pero mi corazón latía con tanta fuerza que casi podía escucharlo en mis oídos. Una gota de sudor resbaló lentamente por mi frente, cayendo al suelo justo cuando…
—¡Comiencen el duelo!
El silbato sonó estruendosamente. Sin perder un segundo, me impulsé hacia adelante con todas mis fuerzas. Corrí a máxima velocidad, directo hacia mi oponente. Pero Voca no se movió. Solo me observaba con sus ojos afilados, imperturbable.
Entonces, con una calma inquietante, levantó una mano.
“¿Qué está haciendo…?”
De su palma, una luz anaranjada comenzó a destellar. Lo vi con preocupación. Intenté detenerme, pero ya estaba demasiado cerca. No había vuelta atrás.
Voca murmuró unas palabras con voz profunda y serena:
—Magic the Word: Explosion.
En ese instante, sentí que el tiempo se detenía.
Mi cuerpo se paralizó. Un humo oscuro brotó de su mano y, en cuestión de milisegundos, se tornó de un rojo ardiente.
Luego, la explosión.
El impacto me lanzó por los aires. Salí despedido hasta chocar brutalmente contra la pared de concreto. La vista se me nubló por un momento. Levanté la cabeza con dificultad y lo vi…
Voca avanzaba tranquilamente hacia mí. Sus ojos anaranjados ardían como brasas. Se detuvo justo frente a mí y me miró desde arriba, imponente.
—¡El ganador de este duelo es Voca! —anunció el árbitro.
Desde las gradas, Neon observaba la escena con la boca entreabierta. Su mirada se fijó en el caballero dorado y murmuró:
—Así que… este es el poder de un caballero.
A su lado, Destine escuchó sus palabras y cruzó los brazos. Sus puños se apretaron con fuerza mientras miraba fijamente a Voca.
***
Destine y yo llegamos al centro médico y encontramos a Storres reposado en una cama durmiendo tranquilamente, al lado suyo había una enfermera de cabello rosa con unos lentes atendiendo.
—Charlotte como se destine?!
Ella me miró sorprendida, al parecer ella no tenía en cuenta que iba a venir aquí.
—Sus signos vitales, son estables, solo se desmayó por el gran impacto hacia la pared cuando Voca lanzó su hechizo, pero estará bien solo necesita reposar durantes unos minutos.
—Sus signos vitales están bien, solo se desmayó por el impacto cuando chocó con la pared del lugar, solo necesita reposar durante unos minutos.
—Fiu… que alivio.
Charlotte que me estaba mirando, dirige su mirada hacia un lado donde había un chico de cabello blanco y ojos verdes como esmeraldas.
—Es un gusto que esté aquí Destine, el segundo caballero más poderoso de todo el bunker.
Ella se inclinó suavemente como si fuera una doncella, y yo me quedé procesando un poco la información hasta que vi a Destine velozmente sorprendido.
—¡Un segundo! El segundo caballero más poderoso!