Durante los siguientes días, el protagonista se convierte en una máquina de eficiencia: 40 veces limpia el primer piso, 40 veces derrota a la rata gigante. Todo se vuelve automático. Se sabe cada rincón del lugar. Vende los materiales, negocia en la tienda, y acumula dinero como un dragón moderno.
Con las ganancias, compra una casa. Luego otra. Y otra más. En poco tiempo, tiene propiedades en toda la ciudad. Las renta a buen precio, automatiza la administración con un par de aplicaciones, y de pronto...
[Logro obtenido: Libertad Financiera]Ingresos mensuales pasivos: asegurados.
Desde la ventana de su penthouse, el protagonista contempla el cielo y reflexiona:
—Si con el primer piso ya logré esto… ¿qué habrá en los demás niveles?
Una sonrisa se dibuja en su rostro.
—Es hora de seguir bajando.