Capítulo 1: Temporalidad

Capítulo 1:

Temporalidad

No veo nada. Estoy encerrado. No siento nada.

No siento mis piernas, mis manos, mi corazón, nada, mi consciencia está nadando en un mar lleno de desesperación e incertidumbre. Tengo miedo.

Cuando estaba por rendirme, noto una sensación aún más repugnante.

Una mano, pasando suavemente por mi entumecido cuerpo, sube hasta llegar a mi boca.

Uno a uno. Va arrancando mis dientes. No puedo sentir nada más que dolor, y a la sangre bajando por mi garganta.

No puedo gritar, no puedo moverme, no puedo ver, solo tengo la capacidad de sentir dolor.

Después de eso, la mano coge mi lengua, como si sus dedos fuesen una pinza, y empieza a tirar.

Primero es una fuerza suave, pero en poco tiempo empieza a ser una fuerza desgarradora.

Siento como cada fibra de mi lengua es destrozada, mientras cada vez más y más sangre sale, pero nunca llego a ahogarme.

En poco tiempo, la mano me arranca la lengua. Pero no ha acabado.

La mano procedió a meterse dentro de mi boca, para bajar por mi garganta.

Sin una pizca de piedad, empezó a destrozar mi cuerpo por dentro.

Ni siquiera sé que partes esta rasgando y rajando, lo único que distingo es la sensación de que hasta mi alma se está quemando con un fuego que nunca seré capaz de apagar.

Tras correr por mi interior durante un tiempo, la mano llegó a mi estómago.

Lo acarició con delicadeza. Lo aprecia. Lo adora, para después agarrarlo suavemente.

La presión en el órgano aumentó poco a poco. No tardé en sentir dolor de nuevo. La mano siguió haciendo fuerza, pero, antes de poder sentir más dolor…

... !”

Me despierto exaltado de mi cama, con el ruido de la alarma de fondo, con mi mano en mi vientre, y con la cabeza ardiendo.

Mi cuerpo, a pesar de nunca haber experimentado nada mínimamente parecido, lo recuerda perfectamente.

Lo único que si siento es un pinchazo en mi tripa, seguido de un ácido subiendo por mi garganta. Aunque quiera, no puedo retenerlo. Pude levantarme de la cama, para no manchar las sábanas, pero, antes de que pudiera abrir mi puerta…

Acabé vomitando por todo el suelo. Verlo me daba asco. Quería vomitar solo de ver el vómito.

Empecé a sentir un fuerte dolor en mi cabeza y estómago. También podía escuchar pasos viniendo a mi habitación.

Amaya entró rápido a la habitación.

“Estás bie-?”

En cuanto vio lo que pasó, no dudo en dar media e ir por algo.

Cuando volvió, me dio el cubo por si necesitaba vomitar otra vez, y me ayudó a tumbarme en la cama de nuevo.

Cuando ya me había tumbado y arropado, ella empezó a fregar lo que había liado.

Yo solo me quedé ahí, apoyando mi espalda en la pared. Más que tumbado, estaba sentado de mala manera, con el cubo en mi regazo, por si acaso.

Cuando ella terminó, puso su mano en mi frente, para ver si tenía fiebre o no. Supongo que si me dolía la cabeza, tendría fiebre.

Ella volvió a bajar, y cuando volvió, tenía una toalla, un cubo de agua, un termómetro, un vaso de agua, y una pastilla. Antes de decir nada, me puso el termómetro y me ofreció la pastilla.

“Has estado mal por la noche?”

“No… me he despertado así ahora”

Lo que más me molesta no es la cabeza, sino la sensación de malestar en todo mi ser.

Quizá si me he puesto malo por la noche. Será por eso que he soñado algo tan raro? Aún así, sigue sin tener mucho sentido.

Beep, beep, beep !

El termómetro empezó a sonar, y mi hermana me lo quitó. Ella estaba sentada en la silla que ha cogido de la encimera.

“39 grados… Ya sabía que tenías fiebre, pero tanta? Por ahora, tómate la pastilla

Cogí la pastilla y el vaso de agua, y me las tomé, para luego beber agua y tragar.

Al ver que tenía fiebre alta, cogió la toalla y la mojó en el agua, la cual supongo que estará fría. Ella me la puso en la frente, intentando que no cayera mucha agua en la cama.

“A ver si así se te pasa un poco…”

En el momento que me puso la toalla en la frente, yo ya estaba tumbado. No podía parar de imaginarme la escena en la que estaba como si fuese un anime, solo que estoy mucho más malo que de costumbre. Siento que hasta pensar me duele.

Amaya decidió no ir a clase, ya que papá está trabajando, y no le va a hacer venir para esto. Y también tardó en irse de mi habitación. Ella agarró mi mano, lo más gentil posible, como una forma de alivio para mí.

Al principio, pensaba que me sentiría igual de mal que en mi sueño, pero, al poder sentir su suave tacto, fuerza gentil, pero que se rehusa a dejarme ir, y su agradable calidez, hace que por lo menos me calme un poco.

En menos tiempo de lo esperado, pude dormirme, y todo el tiempo que estuve despierto, ella no se fue.

Da igual que estuviera mirando el móvil de ven en cuando, nunca dejó de darme la mano. Se lo agradeceré luego, y me disculparé también.

Esta vez no soñé nada, o al menos no recuerdo nada de lo que soñé. Después de un tiempo, empecé a despertarme lentamente. Todavía me dolía la cabeza, aunque mucho menos que antes. Por lo menos ya no me dolía el vientre.

“Estás bien, Riku?”

En cuanto vio que me había despertado, inmediatamente me preguntó como estaba. Me sabe mal recibir tanta atención positiva. No me la merezco.

“Si… estoy me-”

Amaya me cortó, abalanzándose a mi y abrazándome fuerte, ahí pude notar también que no tenía la toalla encima.

“Espero que lo estés, puto imbécil !” no sé si estaba llorando o no, pero su voz definitivamente sonaba dolida y rota.

“No me asustes de esa manera!”

Cuando dijo eso, ella empezó a llorar de una manera tenue. Tan mal me veía como para que ella se ponga así?

“N-No es para tanto! No me iba a morir solo por eso!”

“No, si lo es ! Mientras estabas despierto hasta te subió un poco más la fiebre. Empecé a dudar de si llamar o no a la ambulancia, pero al verte dormido decidí no hacerlo. Pero… cuando estabas dormido…”

Ahí pausó un momento para limpiarse las lágrimas y respirar hondo.

“Empezaste a recuperarte, pero tenías una cara horrible, pálida, y, como si tuvieras miedo…”

Me duele ver a Amaya así, pero, no se estará preocupando de más? No lo sé, pero seguro que lo ha pasado mal…

Hoy se habrá levantado más amigable? Me pregunto que mosca le habrá picado para ponerse así.

No sé que debería de hacer. Debería de apartarla? Si se me junta mucho, puede que se ponga mala también...

“Está bien, ya se me ha pasado”. Forcé una sonrisa, mientras le hablaba en un tono amable y sereno.

“No quería verte así… Tenía miedo… Por favor, no me vuelvas a hacer esto…”

Sé que ella no me está culpando, y sé que no tengo culpa de nada, pero aún así me siento mal, me siento culpable.

Da igual que yo piense que no es para tanto si ella se ha preocupado tanto por mi.

Dejé que se calmara un momento, y me decidí en abrazarla. Intenté no estar muy cerca de su cara, por si acaso. Cuando iba a dejar de abrazarla, al haberse calmado hace rato, Amaya me detuvo por un momento. No dije nada, y me quedé abrazándola por un momento más.

No sé porqué, pero en el momento en el que ella me paró, hasta que dejó de abrazarme por su cuenta, sentí una vibra completamente diferente en como me abrazaba.

“Perdón por ponerme así…”

“No, no. No pasa nada, de verdad”

Ella me miró, sonriendo ligeramente.

“Hehe. Gracias”

Estaba por pensar como un siscon, pero simplemente no puedo reprimir esto !!! Porqué mi hermana es tan mona?! Como es posible que no tenga novio?! Aún menos amigas?!?!?!? Te odio vida!!! Porque eres tan buena conmigo y tan mala con ella?!? Ahgggg!! Me duele la cabeza!!!

Aguantándome el dolor, hice una sonrisa de felicidad un poco tonta. Amaya no dijo nada al respecto.

Al rato, ella se fue de mi habitación, no sin antes recordarme que si me volvía a pasar algo así, que la llamara. Bueno, ahora, a lo que verdaderamente me intriga…

Porque he soñado algo tan jodidamente asqueroso??

Casi ni me acuerdo del sueño, pero noto como si alguien, o algo, hubiera violado cada parte de mi cuerpo. Más que un sueño, era una pesadilla. Si esto me sigue molestando más adelante, seguramente debería ir al psicólogo. Intentaré olvidarme lo antes posible…

Junto con este evento, me invadió un sentimiento extremo de pereza e impotencia. No quería hacer nada, no tenía ganas. Es como si hubiera gastado toda la energía de hoy en ese mismo sueño.

Será porque he vomitado?

No tenía hambre, así que no lo sabía a ciencia cierta.

El resto de la mañana fue aburrida. No comí, aunque sí bebí bastante agua.

Mi hermana vino varias veces para ver como iba. Era literalmente como una madre, quizá hasta mejor. Mejor que esa zorra es, eso seguro.

No sé ni como pagarle devuelta todo lo que está haciendo. Esta es la cosa por la que me siento más impotente. Solo soy una carga para el resto. Hoy no he dado más que problemas, y tampoco sé como debería compensarlo.

Hablando sobre otro tema, hoy me debería de llegar el cosplay que iba a hacer.

Diría que tengo ganas, pero hoy no estoy de humor. Menos mal que no tengo exámenes ni esta semana ni la siguiente, así descanso un poco.

La tarde fue igual de aburrida. No hablé más con Amaya. Tampoco salí con mis amigos, aunque seguramente ninguno habría podido hoy. No me apetece hacer nada, me siento vacío. Ni siquiera tengo una razón por la que sentirme así, solo me siento así por sentirme así.

Espero que =@º\’ pueda por lo menos salir mañana, si no, va a sentirse diferente. Aunque tampoco estaría mal salir solo con &$%”!.

En medio de mi aburrimiento, alguien tocó a la puerta de la entrada. Mi hermana bajó en mi lugar, lo cual era algo completamente inaceptable.

No podía dejar que ella se enterara de esto. Pero ya era demasiado tarde. Podía escuchar como bajaba las escaleras. Ella es más alta que yo, más rápida que yo, y encima sigo malo.

Me resigné a escuchar las risas de mi hermana en el momento que abriera el paquete, porque sí, lo iba a abrir. Conozco demasiado bien a esa desgraciada.

No escuché como lo abría, pero si pude escuchar una risa llena de maldad, seguida de un estruendo de pisadas que subían al primer piso.

“E-En serio vas a llevar esto!?”. Eso fue lo primero que dijo Amaya en el momento que abrió la puerta. Estaba viendo el cosplay que había pedido, y se estaba riendo de él todo lo que pudo.

“Y qué tiene de malo?!”

“No, solo, hahaha! No me esperaba que fueras tan lejos con este fanatismo!”

“Callate!”

“Haha… ah. Anda, toma”

Ella me tiró la ropa en la cama, donde yo estaba tumbado. No me había levantado en todo el día.

Aún después de la humillación que me había tocado vivir, por dentro estaba muy contento. Tanto que, en el momento en el que Amaya se fue a su habitación, salté de mi capa, y junto con la ropa, me fui al baño.

El cosplay solo era un chandal con tonos naranjas, negros, y blancos. Para completar, me puse una camiseta negra por dentro.

A estas alturas no hace falta que diga de quién voy a hacer cosplay. En cuanto me vestí al completo, me miré al espejo.

“Hihihi! Me queda fabuloso!”. Dije con un tono femenino, mientras soltaba una risilla, y juntaba mis manos, moviéndolas frenéticamente.

“Solo me falta peinarme como él. A ver si la práctica y espera me han merecido la pena.”

Justo antes de hacerlo, lo pensé dos veces. Si usaba gomina, me costaría un poco quitarla, y me tendría que duchar. Y como haga el más mínimo ruido, conozco a alguien que con la situación actual, va a venir a reírse de mi de nuevo.

Ah, hablando de no hacer ruido. Creo que la he cagado.

“Jiji, pareces tonto. No, eres tonto.”

Podía ver como alguien estaba asomando su cabeza por la puerta.

Cómo se puede pasar de ser un ángel a ser una pulga!?

“N-no! Vete!” Solo con que me viera vestido así, se me enrojeció toda la cara.

“Pero por qué? Quiero ver lo fabulosa que estás!”

“M-me tienes harto!”

Fui corriendo hacia ella, intentando pensar en un castigo que hacerle en el momento que la atrapase. Mi hermana me paró a mitad de la carrera, y me agarró de ambos brazos. Me dejó completamente inutilizado.

“Suéltame!”

“Y qué ibas a hacerme tú? Si sabes que no puedes hacerme nada, jijiji!”

“Tú y tu risita de ratón…”

“No me río como un ra-”

“Te tengo!”

En cuanto bajó la guardia, me liberé de su agarre. Con la libertad que conseguí, decidí imponer el peor castigo posible.

“Jijijiji! No! P-para! Jijijiji, hahAHG!”

Empecé a hacerle cosquillas en sus axilas sin parar. La última vez, intenté hacerle cosquillas en la tripa y en el costado, pero lo único gracioso de eso es que mi nariz se quedó como la de un payaso.

“Vale! Perdón! No me, jijiji, reiré más de ti. Déjame! Hahaha!”

“Pues te estás riendo ahora mismo!”

“E-eso no vale!”

Mientras ella se reía a carcajadas, yo no bajaba la guardia ni un momento. Cada intento que hacía de liberarse de mí era inútil.

La tenía prácticamente a mi merced. Y en cuando me dí cuenta de eso, dejé de hacerle cosquillas.

“Todo esto te lo has buscado tú.”

“...Como es posible que trates a tu preciosa hermana así, después de todo lo que te he cuidado!”, exclamó con un tono sarcástico e irónico.

“No engañas a nadie con esa frase!”

Esto fue lo único destacable del día. Lo habré dicho ya cientos de veces, pero si mi vida fuera un libro, sería muy aburrida. La mayoría de cosas que hago son de puro ocio, y no suelo hacer cosas fuera de lo normal.

Aún así, sigo siendo feliz. Aunque no entiendo como.

No sé como puedo pensar que estaría bien vivir una vida así para siempre. Qué pondría en cada capítulo? “Fui a clases, volví a casa, jugué videojuegos, leí, y me fui a dormir”?

Además, no sé que voy a hacer con mi vida en el futuro, aunque ese problema si lo voy a posponer.

Después de la cena, me fui a dormir. Que lo único interesante que me haya pasado es tener un sueño horrible deja mucho que desear.

1.

Vacío. Un vacío blanco. No había nada. No había nadie. Ni siquiera un “yo”. Sabía que yo estaba ahí, porque podía ver, pero no había nada al mirar abajo. Sabía que tenía cuerpo, me podía tocar, y estaba de pie. Podía moverme, correr, saltar, pero no veía nada de lo que hacía.

Estuve andando por un buen rato, hasta que, en uno de los miles de parpadeos que hice, un mundo entero apareció delante mía.

Era un camino de tierra, con un bello campo de césped a la derecha, y unas pocas flores hermosas de vez en cuando. A mi izquierda, había un hermoso bosque. Podía sentir como si dentro de él, hubieran miles de criaturas que nunca he visto. Los árboles no se veían rígidos. Tenían una superficie suave, y unas hojas las cuales confundirías con las flores del otro lado del camino. En el camino, habían 4 siluetas.

Una era alta, de metro setenta, más o menos, con un cuerpo ligeramente delgado, pero en forma, aunque no tuviera músculos. Tenía un pelo castaño medio lagro, llegando hasta debajo de sus orejas, pelo que brillaba ligeramente a la luz del sol. Ojos prácticamente negros, y una cara normal, si la miras acorde a los estándares de belleza actuales. Su figura transmitía calidez.

A la izquierda de esta, había otra silueta, de entre metro setenta metro y ochenta de alto. Era un poco más ancha, pero no por estar gordo, él estaba en forma. Tenía unos músculos notables, pero no exagerados para su edad, algo muy admirable de su parte. Tenía un pelo corto de color negro, con un peinado muy básico, de los 4, el más normal y menos complejo. Tenía ojos completamente negros, y una cara medianamente robusta, pero no por ello fea. Además de eso, se podía notar una muy ligera barba en su rostro, aunque difícilmente la verías a lo lejos. Su figura transmitía respeto.

A la derecha de la primera silueta, había una más baja, de metro sesenta, o incluso un poco menos. Tenía un cuerpo muy delgado, pero no desnutrido. Lo suficiente como para preocuparse, pero seguir estando saludable. Tenía un ligero tono negro en su pelo, pero sin llegar a serlo del todo, más comparándolo con el de la segunda figura. Lo que más destacaba era el mechón de pelo que cubría su oreja, teñido en un azul oscuro que destacaba ligeramente. Este no arruinaba la tonalidad de su largo pelo, el cual llegaba hasta la mitad de su cuello. Podrías hasta confundirlo con una chica, pero no le quedaba mal. Su aspecto estaba un poco descuidado, pero detrás de todo ese descuido, sentí que había una imagen bella y dulce. Su figura transmitía inseguridad, pero con un tono de confianza.

La cuarta figura estaba más adelante, detrás de las otras 3, por lo que no la veía bien. Decidí ir a por las 3 personas que tenía delante. Intenté decirles que se quitaran del camino con respeto, pero no me hicieron caso. Toqué el hombro de una, pero no reaccionó. Yo no existía en sus perspectivas. Ellos estaban quietos. Intenté moverlas a la fuerza, pero no pude hacer nada. Harto de intentar quitarlas del medio, simplemente las rodeé.

Pasaba por la explanada de césped, y mientras lo hacía, acabé pisando muchas flores. A pesar de que antes habían muy pocas, el suelo estaba ahora lleno de ellas.

Cuando los sobrepasé, de la nada, el bosque a mi izquierda desapareció. Lo único que había a ambos lados era un mar de flores radiando energía. Era una escena sacada de un cuento de hadas. Sentía que si miraba el campo por más tiempo, rompería en llanto. Decidí no prestarle más atención al paisaje, e ir por lo que vine: La figura enfrente mía.

Esta vez era una mujer. Era medianamente alta, probablemente de metro setenta. Tenía un pelo negro que rebosaba de vida, e irradiaba un brillo inigualable. Era largo, le llegaba hasta los hombros, y en las puntas, había mechas medianamente largas de un azul un poco más vivo que el de la tercera silueta, pero igualmente, oscuro. También estaba teñido en forma de degradado. Cuanto más bajaba uno la mirada, más azulado era el pelo. Este quizás le cubría un cuarto del pelo, exagerando un poco. Al ser una mujer, su figura entera sería juzgada, teniendo unas curvas poco entonadas, pero no por ser gorda. Tenía un peso ideal, y tampoco es como si tuviera mal aspecto. Para los más irrespetuosos e indignos, esta figura no destacaba en ninguna de las dos caras, pero tampoco es como si no tuviera nada bueno. Justo lo perfecto como para no destacar en lo absoluto, pero tampoco ser humillada. Tenía unos ojos azules que contrastaban con su pelo, y su cara era bastante decente, ligeramente por encima de la media.

Sentía mil y un emociones de esta figura, todas positivas. Más de la mitad de ellas ni las conozco.

Quise hablar, pero no pude, quería que ella se girara, pero no podía hacer nada. Sentía que la distancia entre nosotros se asemejaba a la de la tierra y el sol.

Siento como si fuese Aquiles, intentando alcanzar a la tortuga, solo que ni siquiera podría empezar la carrera.

Sin previo aviso, la mujer enfrente mía se giró para verme. En cuanto lo hizo, el viento comenzó a soplar ligeramente, las flores del paisaje demostrando su gracia una vez más.

“Le pareceré asqueroso?” “Soy lo suficiente agradable de ver?” “Tendrá miedo al verme?”. Mil y un pensamientos pasaron por mi mente, pero, cogiéndome por sorpresa, esta figura me abrazó. No podía moverme. No podía agradecérselo. No podía devolvérselo. No podía llorar. Solo podía contemplar como ella me abrazaba. Solo podía ver como sucedía todo.

En esta situación, ella era la que tenía el control de todo. Decidía cuando parar, cuando irse, cuando todo. Y, antes de dejarme, me susurró una cosa al oído. Fue una palabra, sé que fue una palabra. Pero no recuerdo lo que me dijo. ¿Qué dijo?. Creo que no merece la pena perder la cabeza en ello.

Después de eso, la chica dejó de abrazarme. Se alejó de mí, paso a paso, recorriendo el camino de tierra. Los pétalos de las flores empezaron a caerse uno a uno por culpa del viento. Solo pude mirar. Nunca pude ir detrás de ella. Cuando conseguí moverme de nuevo, ya se había ido. Desesperado por tener a alguien a mi lado, miré detrás mía, en busca del resto de siluetas, y…

Me desperté del sueño que estaba teniendo.

2.

Mi alarma lo hizo. Era raro, porque tenía la típica posición

de estar abrazando a mi almohada, pero esta estaba en el suelo. La habré tirado mientras dormía.

Desayuné, me vestí, y salí de casa junto con Amaya. Siempre tengo la costumbre de ponerme música por la mañana, por lo que no hablé mucho con Amaya.

Cuando llegué a la entrada, solo reconocí a dos personas, ya que la tercera estaba de vacaciones en su casa.

Aparte de saludarnos, no dijimos mucho más. No porque estuviéramos enfadados, solo que, no salió nada de lo que hablar, aunque si quería preguntarle a &$%”! si sus padres le habían dicho algo o no.

Acabé hablando con él en el descanso entre clases de segunda a tercera hora.

“Qué tal con el lio?”

“El lio?… Ah, ya…”

“Te han dicho algo tus padres? Espero que te dejen ir a la convención...”

“Les he explicado exactamente como a pasado. Mi padre si me a regañado, aunque tampoco se lo ha tomado muy mal, y mi madre hasta me ha apoyado. Me ha dicho que debería de haber sido yo quien hubiera empezado la pelea…”, al hablar sobre su madre, él se rascó la nuca.

Si puede contármelo tranquilo, y con un tono positivo, supongo que no habrá tenido muchos problemas…

“Lo que sí me molesta es el castigo… Es un coñazo, aunque bueno, mejor que quedarme sin ir.”

“Puedo quedarme contigo, si quieres.” “Tampoco es como si tuviera algo mejor que hacer”, estaba por decir eso, pero mejor me callé. Parecía una frase muy de emo.

“Tampoco es como si te fueran a dejar…”

“Puede que tengas razón...

“Y, también, has hablado con =@º\’ ?”

“Si, aunque solo me ha dicho que sus padres estaban más enfadados con él que preocupados por sus heridas. Aunque tampoco eran para tanto. Pero si es raro que específicamente sus padres se hayan enfadado tanto.”

“No suelen hacerlo mucho?”

“No es porque no lo hagan, pero normalmente se preocupan más por él que por lo que ha hecho. Tampoco estoy diciendo que sean malos padres, por lo menos no son retrasados. El único problema que tienen los míos es que son demasiado buenos”

Eso fue todo lo que nos dio tiempo a comentar antes de que el profesor entrara.

En la biblioteca, lo único que me pareció fuera de lugar era que la chica que siempre esta aquí, Tsukiyomi, me estaba mirando más de lo normal.

Me he peinado mal, o ya vas a empezar a reírte de lo que leo?

Obviamente solo le devolví la mirada una vez, pero estoy seguro de que me miró más de una vez mientras leía.

Que yo sepa, ella tiene 2 amigas en clase, pero por alguna razón, siempre viene aquí. Y ellas tampoco vienen a buscarla. Supongo que querrá un poco de tiempo sola. Nunca está mal.

Antes de irnos a nuestras casas, acordamos quedar por la tarde.

Hablamos sobre quedar pronto, ya que mañana es el día de la convención, y queríamos madrugar. _¨*^?¿· dijo que quería hacer deberes, así que no salió.

Sinceramente, siempre he pensado si en verdad él me considera un amigo. Casi no hablo con él, porque mayormente habla con =@º\’ , así que supongo que no se habrá animado hoy. Aunque tampoco es como si saliera mucho de por si…

Como de costumbre, comí junto con Amaya. Su comida me sienta bien siempre. Tiene un don para esto, lo juro. Solo queda que haga algo con el.

Al acabar de comer, me dí una ducha más larga de lo normal.

Siempre que me ducho, me pongo música. Por eso hay veces que me suelo distraer con ella, y me quedo dentro de la ducha más de lo que debería.

Después de secarme, me preparé para salir.

“Amaya, voy a salir!”

“Que te vaya bien!”

Después de esa breve despedida, fui a casa de &$%”! , y después de que saliera, nos pusimos a andar, sin rumbo alguno.

“Al final ibas a hacer cosplay, no?”

“Si, seguro que no adivinas de que-”

“Vas a ir de Subaru verdad?”

“… Tan fácil soy de leer?”

“A ver, si basas tu personalidad en él, digo yo que si. Lo que sueles decir de que eres él te lo has tomado un poco a pecho, no?.”

Razón no le falta. No es una obsesión, es admiración extrema. Que le voy a hacer. SI me gusta, me gusta.

“Bueno, y tú? Vas a ir de algo?”

“No, para nada. Lo único que tengo en mi cabeza es fichar”

“De verdad vas a intentar ligarte a alguien?”

“Por lo menos quiero conocer a alguien. Aunque sea un amigo.”

“Que maricón~”

“Ambos sabemos que no lo soy, en todo caso, tú eres el que más se parece a un gay”

“Y entonces porque dices que quieres conocer a alguien nuevo, eh??” Seguí burlándome de él.

“Porque puedo hacer un amigo o amiga, pero definitivamente solo admito a novias! Tu seguro que intentarías ligarte a otro Subaru!”

“En todo caso iría a por una Rem!”

“Pero si es mejor Emilia!!! Encima el ship de Subaru y Emilia es canon!”

“El de Rem también podría serlo si el autor no le tuviera miedo al éxito!”

Toda la quedada se basó en conversaciones o tontas, o normales, habiendo mil y una cosas de las que hablar.

Da gusto poder hablar de esta manera, aunque tampoco es que me sea imprescindible. Podría estar sin decir ni una palabra por todo el día y no habría ningún problema. En una de las bromas que estábamos haciendo, salió un tema delicado, al menos para mi.

“… Pues para buena, esta tu hermana.”

“Si quieres estar cuatro metros bajo tierra, adelante.”

“Qué pasa? Acaso crees que me voy a suicidar con ella de manera súper romántica??”

Suspiré ante su comentario. “Si solo te suicidas tú, no tengo problema alguno.”

“Eh?”

Ignorando completamente su sorpresa, continué hablando.

“Bueno, ya te he dicho varias veces que me preocupa como ha estado mi hermana. Supongo que el cambio de clase le debe de haber afectado un poco.”

“Ha estado más deprimida últimamente?”

“No, pero no ha estado normal.”

Cuando terminé de decir eso, &$%”! puso su brazo alrededor de mi cuello, mientras me daba unas palmadas en el pecho con el otro.

“Creo que te estás preocupando de más. Seguro que está bien, siempre lo está. Parece surrealista, pero ella es así. Además, si no te cuenta nada, es porque no quiere preocuparte, aunque te está preocupando igual…”

“Quizá tengas razón, pero igualmente quiero pensar que no es así. Aunque sea una etapa nueva para ella, quiero saber como se encuentra.”

“Por qué?”

“Es algo surrealista, como tú has dicho. Por eso quiero pensar que si vuelvo ahora a casa sin aviso alguno, la voy a encontrar llorando, o escuchando música depresiva, o cosas así. Quiero encontrarla en un estado similar, porque sino ella no me lo va a revelar, por mucho que yo quiera.

“Y, también quiero que me cuente que tal le va en su nueva clase. Si me enterara de que ha podido hacer algún amigo, yo...”

“Entonces, porque no vamos?”

“Eh?”

“Si tan preocupado estás, vamos ahora”

Al final acabé accediendo a su idea, y fuimos a mi casa. Podíamos andar desde aquí hasta mi casa, pero tardamos un rato. De igual forma, no notamos en ningún momento lo larga que fue la caminata, ya que llegó un punto en el que nos estábamos distrayendo tanto, que nos habíamos olvidado de que íbamos a mi casa.

Al momento que llegamos, cuando estaba por abrir la puerta, &$%”! empezó a reírse, en el momento, no tenía ni idea de si era de mi o de alguna cosa suya, aunque tampoco tardé mucho en darme cuenta de eso, ya que en cuanto abrí la puerta, el gritó.

“Amor mío!!! Ya estoy en casa!!!”

Sinceramente, me hizo gracia hasta a mí, aún sabiendo la poca gracia que le hace a mi hermana ese tipo de bromas, sobre todo si es de parte de &$%”! .

A pesar de todo, mi plan de darle una sorpresa a Amaya se había ido a tomar viento, ya que se habrá enterado. Aunque, nos lo hizo saber de una manera extraña. Primero se escuchó un golpe ligero, pero luego…

BAM!

Otro golpe más fuerte le siguió. Vino de su habitación, así que seguramente se haya asustado tanto por el grito como por el mensaje. No la juzgo. Que alguien como &$%”! te diga eso, es motivo suficiente como para llamar a la policía. Al menos yo lo haría. Para rematar, lo mejor de todo es que ella no es la única que se ha asustado con eso.

“COÑO!!!”

&$%”! se asustó al escuchar el golpe. Supongo que no se lo esperaba, que me parece normal, aunque yo si que no me esperaba su reacción.

“Qué pasa, &$%”! ? Es que crees que un fantasma a poseído a tu amada y ahora estas cagado de miedo?”

“Qué voy a tener miedo! Solo me ha tomado por sorpresa!”

“No tienes nada de lo que estar avergonzado, puedes darme la manita si quieres. O mejor no, que me da asco~” aproveché para burlarme de él todo lo que podía, aunque al final acabé con el hombro rojo.

“Si no te paras por las buenas, te paras por las malas. Punto.”

“Vale tío, pero que tampoco era para tanto.”

“Si lo es!”

“Pero si es solo una broma!!”

Estuvimos así un rato, hasta que decidimos subir. Amaya no había salido de su habitación, por lo que algo habrá liado.

Al llegar a la puerta, por un momento, dudé entre abrirla o no. No tengo ni la menor idea de por qué. Hasta a &$%”! le pareció raro. Estuve un tiempo con la mano en el pomo, pero sin hacer nada.

“Quieres abrir la puerta ya?”

“Ah, si, claro, perdón”

“Tampoco es como para pedir perdón…”

Empecé a abrirla lentamente, y al ver dentro de la habitación...

Oh no!! Amaya se había colgado en el techo!… Es broma, aunque sí que era algo sorprendente, de todas formas.

Amaya estaba en la cama, encogida en un rincón de ella, además de que llevaba una bufanda envuelta en su cuello, pero eso no era lo que destacaba.

No muy lejos de ella, estaba una de las asas del ventilador de techo de su habitación, ahí, tirada en el suelo. No estaba seguro de que podría haber pasado, aunque si estaba preocupado por lo que le podría haber pasado.

“Estás bien, Amaya!?”

&$%”! se limitó a mirar detrás mía, seguramente sorprendido y confundido.

Traté de acercarme a ella, pero habló antes de que pudiera hacerlo.

“Solo estaba tumbada en la cama, y de la nada se le ha caído el asa del ventilador…”

“Estabas mala?”

“Si, aunque tampoco es para tanto…”

Al final, he acabado poniéndola mala...

“Te has tomado algo”

“Si, hace un rato ya. Estaba mejor ahora, aunque pensé en quedarme aquí un rato más, y menos mal…”

Por suerte, el asa no había roto nada en el suelo, ni tampoco su silla.

Al mirar al ventilador, vi que se había salido de su ranura, no se había roto ni nada de eso, simplemente estaría muy suelto.

Hace como 4 años me pasó lo mismo a mí, ya que antes tenía este ventilador en mi habitación, pero como me compraron uno nuevo, decidieron ponerle este a mi hermana. Recuerdo que se puso más feliz que yo.

Mi padre tendría que haber confiado mucho en el arreglo que hizo para no haberlo tirado a la basura. No sé si ha merecido la pena, la verdad. Con el susto que se lleva uno…

Bueno, al menos no ha sido nada como para llamar a emergencias ni nada, y menos mal.

Me giré para hablarle a &$%”! .

“Bueno, al final a medio merecido la pena hacerte caso, pero no es como si-”

“Riku, puedo hablar contigo a solas?”

&$%”! me cortó mientras hablaba. Iba a hacerle otra burla, pero noté como su expresión estaba seria y preocupada en conjunto, por alguna razón. Me agarró del brazo y me sacó fuera de la habitación de Amaya.

“Qué pasa??”

No me respondió hasta llegar a mi habitación, después de cerrar la puerta. Amaya no nos siguió en absoluto, supongo que por respeto.

“La última vez que salimos, todos juntos en verano, ella no estaba así.”

“Bueno, entiendo que estaba más animada en ese entonces, pero eso es porque estaba saliendo con nosotros”

“Sigue pareciéndome demasiado raro…”

“&$%”!, para esto me has traído a mi habitación de esa forma? O qué, te me vas a confesar?”, puse mi tono burlón, el que siempre uso.

“No, me lo estoy tomando en serio. Se la ve mucho peor que de costumbre. Y no lo digo por que esté siempre mal. Tiene ese don de parecer cansada todo el rato, pero siento que ahora está peor”

“A ver, ahora ella está mala. Literalmente nos lo ha dicho. Es normal que tenga mala cara.”

“...Quizá esté dudando de más…”

“Entiendo que te preocupes por ella, pero está bien. Confía en ella. Seguro que si no estuviera mala, no dirías cosas así.”

“…”

“Yo también me preocupo. Pero, como te he dicho antes, será por el cambio de clase.”

“Te ha dicho algo sobre eso?”

“No la he preguntado, y no me ha dicho nada todavía. Prefiero darle espacio, por el momento. Sé que si le pasa algo bueno, vendrá a restregármelo por la cara sin pensarlo.”

“Y si le pasa algo malo?”

“...Me lo dirá. Si le pregunto, me lo dirá. De todas formas, no es como si ella fuese alguien débil. Si algo malo le pasa, seguro que lo va a ignorar, y seguir adelante.”

“Si… N-no se por qué me he puesto así.”

“Que sepas que nunca voy a dejar que te la lleves.”

“Eso es lo primero que voy a hacer cuando cumpla 18!”

Al decir otra broma, esta vez, él sí me siguió el juego. Intenté dar por acabada la conversación.

“Y, a todo esto, por qué me has traído tan bruscamente?”

“Er, ha sido solo el momento. Tampoco quería que Amaya nos escuchara.”

Suspiré al escuchar su pésima excusa.

Es inútil comerse la cabeza con cosas así, sin base alguna. Además, si por alguna razón estuviera de esa manera, ya lo habría hablado conmigo.

Aunque, algo que no puedo negar, incluso si lo hago, es lo reservada que es ella.

Amaya solo se ha abierto completamente conmigo una vez, a nivel de decir absolutamente todo lo que siente me refiero, y fue cuando nuestra abuela murió.

Era mi abuela por parte de mi madre. Mis abuelos por parte de mi padre murieron en un accidente, antes de que siquiera Amaya naciera.

Ella vivía en casa con nosotros, ya que mi abuelo falleció antes de que yo naciera. Mi hermana tampoco lo conoció mucho, y si lo hizo, tampoco se acordará, era muy pequeña aún.

A pesar de eso, mi abuela era muy feliz con los 4 en casa, y el resto era feliz de tenerla en casa, sobre todo mi madre.

Ella se mantenía muy bien, y no solo eso, si no que a mis ojos era lista y muy sabia. Era muy amable, y quizás demasiado buena conmigo y con Amaya. Aunque que fuera buena no significa que no nos educara.

Amaya aprendió de mi abuela a hacer la mayoría de las tareas de casa. A mí me enseño, bueno, prácticamente todo lo que sé hasta ahora. Aunque, lo que más me ayudo de ella fue el quitarme la vergüenza de encima, aunque sea un poco.

Iba todos los días con ella a comprar el pan. Al principio agarrada a ella, sin querer soltarla nunca. Iba con miedo a todo lo que me rodeaba, mirando al suelo, sin poder ni hablar. Cuando llegaba a la tienda, no podía ni entrar.

Poco a poco, ella fue quitándome el miedo de encima, pudiendo entrar a la tienda, salir sin tener que agarrarla, poder mirar al frente sin miedo, y eventualmente, poder ser yo el que compre el pan. Aún me acompañaba mi abuela, claro.

La última vez que fui a por el pan, fui sin ella. Me dijo que podía perfectamente hacerlo yo solo, y que ella no hacia más que evitar que siguiera mejorando.

La mayoría de los recuerdos que tengo de esa etapa son difusos, pero sin duda alguna, esos fueron los mejores años de mi vida.

Todavía estaba en mi infancia. Mi hermana siempre jugaba conmigo a diario. El colegio era muy fácil, ni tenía que estudiar, y aprobaba todo. En casa no tenía que hacer nada, pero de vez en cuando ayudaba a mi abuela a hacer la comida o en alguna tarea.

Todo esto cambió a mis 8 años. Mis padres estuvieron ocultándonos de que mi abuela era muy propensa a padecer cáncer. Estuvo durante 1 año entero bajo un tratamiento para prevenirlo. Eran mayormente hábitos saludables. Pero, eventualmente, surgió. Era cáncer de hígado.

Al principio fue duro aceptarlo, pero pudimos estar 6 meses con ella en casa, yendo al médico para su tratamiento cuando era necesario. Después de los 6 meses, ella empeoró, y tuvieron que ingresarla en el hospital.

Solía ir junto con mi hermana a visitarla a a diario, y mis padres también lo hacían en su tiempo libre, especialmente mi madre. Afortunadamente, pudimos hacer que no se sintiera sola. Junto con su ingreso, vino un tratamiento más fuerte. Tuvieron que cortarle el pelo, debido al comportamiento de este.

Los médicos le dieron unos 7 meses, aunque esto solo lo supieron mis padres. Cómo podrían decírselo a sus hijos?

La razón por la que todo esto dejó de ser bueno no fue especialmente por esto, porque yo era igualmente feliz, aún sabiendo lo mal que lo estaba pasando mi abuela. Pero aún pensaba que algún día volvería a casa.

Lo que hice mal pasó 5 meses después de que la ingresaran. No quiero pensar en eso, me da asco el simple hecho de hacerlo.

No soy capaz de verlo, porque me da asco lo que hice en ese momento.

Si pudiera volver, le pegaría una buena hostia.

Lo odio.

3.

“Bueno, entonces perdón por haber dicho todo eso…”

“No, no pasa nada. Aunque yo debería de ser el que esté preocupado”

“Que seas su hermano no significa que otros no podamos preocuparnos también.”

“Que ya se que solo quieres quedar bien delante de mí, para que te deje ligar con mi hermana, pero que sepas que si haces eso, ya no serás mi amigo.”

“Claro, ahí ya seremos familia.”

Después de un breve silencio, ambos empezamos a reírnos. Por lo menos el ánimo que teníamos ha vuelto.

Después de eso, volvimos a la habitación de mi hermana.

“Está tu hermana mala y lo primero que haces es enrollarte con tu amigo…”

“Qué pasa, quieres que te cuidemos?” Dijo &$%”!

“Preferiría que el catarro este me mate a que me pongas las manos encima.”

“Vaya, veo que lo tienes difícil” le recriminé a &$%”!

“Dame un mes y ya verás.”

Después de hacer el tonto un rato más, recogimos el asa del ventilador, y la dejamos apoyada en un lado en el que no estorbe. Ya le diré a mi padre luego que lo arregle. Después de eso, mi hermana no quiso tumbarse más. Es como si el susto le hubiera quitado la fiebre, y ahora solo tuviera mocos. Eso si, la bufanda no se la quiso quitar.

“A todo esto, solo habéis venido a molestarme, o queréis algo más?” Dijo mi hermana, con un tono ligeramente molesto y ronco. Aún así, se podía notar que estaba feliz de vernos. Es muy mala a la hora de mentir.

“No, hemos venido a molestar solo”

“Yo he venido por eso y por agua también.”

“En que momento me has pedido tú agua?”

“En ninguno, solo que ahora me ha dado sed.”

“Menuda excusa de mierda… Bueno, pues si os a entretenido todo esto, la puerta os está llamando.”

“Tan rápido nos echas??”

“Si! No puedo jugar tranquila si tengo a dos retrasados en mi habitación.” Incluso ahora está como para reírse de nosotros…

“Sabes que la gente mala no puede jugar al ordenador, no?”

“Y-ya estoy mejor! Venga! Fus, fus!”

“Vale vale, entonces nos vamos de tu habitación.” &$%”! empezó a irse.

“Bueno, aquí te dejamos a solas con tu gran juego de citas, desesperada.”

“No es un juego de citas!!! Es una novela sería en el que te cuentan una historia conmovedora y unos personajes realistas, además de-”

Cerré la puerta detrás mía. Ninguno de los 2 estaba dispuesto a escuchar su discurso. Yo el que menos, porque ya sé que lo que dice no es mentira. &$%”! se había adelantado a mi, y ya estaba en la cocina sirviéndose un vaso de agua.

“Te conoces mejor mi casa que la tuya…”

“A ver, si tengo sed, me tendré que poner un vaso de agua, no?”

Y encima no lo niega.

Amaya puede haber estado más rara últimamente. No lo puedo negar. Pero ella va a estar bien. Puede que ahora esté mala, pero se va a recuperar, y después, va a seguir hacia adelante.

Solo hay una cosa que me molesta.

Está mala. Y estaba tumbada en su cama. Es verano, por lo que no estaba arropada.

Puede que no tuviera tanto calor, y por eso el ventilador no estaba puesto. El asa puede haberse caído sin estar puesto.

Pero, hay algo que me molesta mucho más...

-Por qué llevaba una bufanda?

Después de haber visto a mi hermana. el muerto de sed y yo salimos un rato más, aunque ese rato más se acabó alargando. Quedamos a cenar, incluso si íbamos a la convención mañana.

Fuimos a un restaurante de comida rápida que había cerca del barrio de &$%”!, al que le va sorprendentemente bien.

Fue muy entretenido. No me dio tiempo a darme cuenta de que había tenido la mente en blanco toda la quedada.

Cuando te olvidas de quién eres, o de las cosas que te pasan, uno se divierte más. Sobre todo cuando juntas a dos niños de 15 años que comparten una neurona.

Llegué a mi casa cansado, pero lo había disfrutado.

Casi ni hablé con mi hermana, porque no salió tema de conversación, aunque si le pregunté a mi padre sobre lo del ventilador.

“Lo has mirado ya?”

“Lo miraré el domingo. Si se ha vuelto a romper, sería mejor directamente remplazarlo.”

Mi padre salió más pronto del trabajo, a pesar de que le dije que no le había pasado nada a Amaya.

No sé si habrá sido una buena decisión para él, pero si ha venido, supongo que no se arrepiente.

Mi padre estuvo hablando con mi hermana durante la cena sobre qué había pasado. Estaba sobre todo confundido, porque él estaba seguro de que lo había arreglado bien.

Supongo que el ventilador estaba en las últimas.

Al terminar de cenar, me puse a ver videos en el ordenador un rato.

Me preguntó si hoy romperé la racha de sueños o no…

Esta está siendo por lejos la semana más interesante que he tenido en toda mi vida. No ha habido ningún día en el que no haya pasado nada, y luego encima está lo de los sueños.

Casi nunca sueño. Sin contar los últimos que he tenido, llevaba sin soñar como 2 años. Siempre que dormía, lo hacía en plena calma.

“… Será una enfermedad mental?” Dije en voz alta, sin hablarle a nadie en particular.

No lo tenía claro. Así que, que mejor cosa que hacer que buscarlo en internet?

Si”, me salió que sí era un problema mental…

Bueno, por ahora voy a esperar a tener 1 semana seguida, luego ya veré.

Tampoco es que vaya a confiar en lo que me dice internet. No soy tan tonto.

Mientras divulgaba en mi cabeza, recordé que hoy tenía que madrugar. Con suerte, no me pongo emocionado y nervioso por la noche, y así duermo bien.

Gracias a dios, no estuve equivocado, y no tardé mucho en irme a dormir.

4.

Yo existo?

Estoy rodeado de miles de millones de edificios. Siento como si llevara caminando por esas calles siglos y siglos sin cesar.

Siempre están llenas. Fuese de día o de noche, siempre hay gente. Pero no gente cualquiera. Hay muchos grupos de personas. Ya sean de 2, de 3, de 10, siempre hay alguien con alguien.

No sé de que hablan, no entiendo lo que dicen. No puedo verles la cara, no puedo mirarles por encima del hombro. Hay voces a las que ni siquiera puedo otorgarles un cuerpo, no reconozco su identidad.

Él está con ella. Ella con esa. Ese con aquél. Todos con todos.

Puedo unirme?”

Le pregunté a un grupo. No entendí lo que decían, pero sonaban molestos.

“Puedo unirme?” Le pregunté a otro grupo. Estos me ignoran completamente.

Estoy solo. Por qué no puedo estar con nadie?

¿Por qué?

¿Por qué no se me acercan? Quiero que se me acerquen…

Todos son únicos

Cada persona tiene algo diferente. Ya sea en la vestimenta, en esa voz indescifrable, en sus expresiones. De vez en cuando intento mirarles a las caras, pero lo veo todo negro.

Si. Siempre que miro al frente, la mitad de mi visión se vuelve negra. Si miro arriba, buscando el cielo, no veo nada. La oscuridad me consume. Si miro abajo, solo veo al suelo, y a los zapatos de las personas a mi alrededor.

Cada uno tiene los zapatos de diferente color. Unos llevan botas, otros sandalias, otros hasta van descalzos.

Ahí es cuando me doy cuenta de que, todos llevan zapatos. No. No es eso. Todos tienen pies. Todos tienen piernas. Pero, y yo?

Vuelvo a mirar hacia abajo, y me doy cuenta de que no llevo nada. No tengo nada, no estoy desnudo, es simplemente que no soy nada. Pero eso es absurdo, no? Yo estoy aquí, pero no estoy ocupando mi lugar. Si es así, por qué no existo? Qué parte de mi existe?

Soy un hueco blanco que nada dentro de un mar negro.

Si fuera un pájaro sobrevolando la cuidad, vería montones de personas. Pero algo que destacaría todavía más que la multitud, es ese hueco vacío.

Podrías decir que ese hueco está realmente vacío?

-No lo sé, yo soy una paloma.

Eres una paloma, paloma?

-Si, soy un ave que vuela por los cielos, en zonas urbanas, buscando restos de comida.

Entonces, qué soy yo?

-No lo sabes?

No.

-Eres nada, o al menos así lo veo yo. Porque no veo nada.

No soy nada? Imposible.

-Si, no eres nada, porque no veo a nada. Pero sí estoy hablando con algo, no?

Qué quieres decir? Soy un hueco blanco, por ende, soy algo. Verdad?

-No. Lo que tú piensas que eres, es en realidad la falta de algo. Por eso no eres nada. Tú, un hueco blanco, eres la falta de algo.

Y entonces, como es que puedo hablar? Cómo estoy aquí contigo?

-Esa nada ya es algo, porque esa nada tiene voz. E incluso si no tuviera voz, sería algo, porque es algo que existe. Puede que no sea algo material, pero, sea a quien sea, si preguntas qué es lo que hay en ese hueco, te dirán ‘nada’.

-Eres ‘nada’

Como puede existir la nada?

-Existe el hueco en el que no hay nada, por lo tanto, la nada en ese hueco es algo, por mucho que no exista.

Entonces, existo?

Cuando hice esa pregunta, la paloma se marchó, volando al horizonte. Aquel el cual no podía ver.

-“Si. Existes”

Alguien habla a mi espalda, es una voz familiar. Pero, al girarme, no vi a nadie. Espera, no hay nadie?.

Dí mil y una vueltas, pero no vi a nadie. Ese mar se ha secado, no hay ni una gota de vida en estas calles, pero puedo ver todo.

El suelo, la calle, el cielo, los edificios, las aceras, los bancos. Todo. Puedo verlo TODO.

Alcé mi brazo al frente. Puedo verlo, pude verme. Me veo a mí mismo.

Tengo una forma que me define, un cuerpo el cual es mio. Es mio? De verdad tengo un cuerpo para MI solo? Cuando me dí cuenta de esto, la verdad se reveló ante mí. Es un cuerpo para mi solo, si. Por eso nadie nunca lo va a ver.

Nadie va a saber quien soy, salvo yo mismo-

“Mentira”

Una voz, una persona, me habla, ahora de frente . No sé quien es, pero sé de quien es esa voz. Y él puede verme?

“Yo también sé quien eres”

Otra voz sonó. Y con escucharla, recordé. Recordé que olvidé algo.

-Olvidé aquel hueco azul, que flotaba en un mar negro.

Desperté del sueño.