Kendall recordaba que la Señora Fiona era una mujer de más de sesenta años, con profundos huecos en los ojos, pupilas de color verde pino, una nariz recta, labios rojos perennes y piel elástica.
Tenía un cabello dorado, grueso y largo, que solía recoger en un moño detrás de su cabeza. El mechón de pelo blanco de la anchura de un dedo sobre su frente izquierda contaba silenciosamente su edad.
En cuanto a este mechón de pelo blanco, un famoso psicólogo una vez especuló que la Señora Fiona podría haberlo dejado blanco a propósito. Simbolizaba la vejez y la opresión por la edad, lo que podría hacer que otros se sintieran intimidados: una forma extremadamente astuta de guerra psicológica.
También se decía que la Señora Fiona tenía un profundo conocimiento de la naturaleza humana, lo que explicaba su capacidad para mantener su posición actual con tanta gracia.