Corazón del Bosque

Unos segundos después, la masa de energía fue liberada, disparada hacia algún lugar, y Valen se paralizó en su camino.

Un grito resonó en su cabeza y en el fondo de su alma. El grito y el llanto de un niño; asustado y solo.

Fue entonces que se dio cuenta de que la masa de energía había sido lanzada hacia el cobertizo.

—¡No! —Valen se aferró al cofre y corrió más rápido. Sus pies estaban raspados y sangrando por las ramas rotas y los guijarros, pero no le importó en absoluto en ese momento.

Una vez más, sintió la masa de energía acumulándose en algún lugar frente a él, y sintió que su corazón dejaba de latir. Por muy fuerte que fuera el cobertizo, no era indestructible.

—¡Jade!