¿Por qué llegas tarde?

Lu Peng estaba sencillamente sin palabras, miró a su hermano que enseguida giró la cabeza y empezó a silbar una melodía alegre mientras se apresuraba a entrar al almacén, preocupado de que Song Yan cambiara de opinión otra vez y luego le pidiera que la acompañara.

Ignoró por completo la mirada hosca de su hermano que lo observaba con una promesa de represalia.

—¿Qué estás mirando? —preguntó Song Yan al girarse también para caminar hacia el interior del almacén con los brazos cruzados frente a ella. Volteó la cabeza sobre su hombro y luego miró a Lu Peng, quien seguía parado en el mismo lugar de antes, y arqueó una ceja—. ¿Quieres que te haga mover?

—No señora, solo estaba... no es nada —viendo que no había escapatoria, Lu Peng también renunció a luchar, sabía que no servía de nada seguir arrastrándose, lo mejor sería terminar lo que Song Yan estaba pidiendo y luego volver a casa.

Song Yan caminó hacia el montón de alquitrán y luego lo señaló antes de decirle a Lu Peng: