cien millones

—Muévete rápido —Lu Peng empujó a su hermana a un lado y luego corrió hacia dentro de la casa. Se había sentido incómodo durante todo el viaje y no tenía ni el más mínimo deseo de hablar con su hermana sobre lo ocurrido esa noche, si lo hacía entonces podría terminar vomitando todo lo que acababa de comer.

—Oye, ¿qué te pasa? —Lu Biyu gritó a su hermano que entró corriendo en la casa, pero Lu Peng no dijo nada, simplemente se apresuró a entrar al baño y entonces se pudo escuchar el sonido del agua fluyendo en su interior.

Lu Biyu se quedó sin palabras, su hermano era uno de esos hombres que se bañaban una vez cada semana, pero por alguna razón, hoy lo primero que hizo al volver a casa fue tomar un baño, ¿en serio?

—¿Qué le pasa? —Lu Biyu le preguntó a su segundo hermano quien negó con la cabeza y con una mirada compasiva hacia la puerta cerrada del baño dijo—, es mejor si no preguntas.

Después de hablar, se hizo a un lado y luego le dio paso a Song Yan mientras decía: