Moshe estaba confundido. Muy, muy confundido. No tenía idea de qué estaba hablando Aiden para hacerlo tan emocional. Fuera lo que fuese, parecía que el hombre realmente se arrepentía. Pero lo que más lo confundía era su propia reacción.
Enfadado, por supuesto. Moshe era su dueño, había hecho una verificación exhaustiva del pasado de su mascota pero aún así, había tantas cosas sobre Aiden que seguían siendo un misterio hasta el día de hoy. Había alguien importante en el corazón de su mascota, tanto como para llamar a esa persona cuando estaba delirante. ¿¡Cómo no iba a estar enfadado!?