8.23 Comparte tu Calidez

La serie de notificaciones que sonaban en su mente casi lo marearon y cuando escuchó la última, casi se ahogó con su aliento.

—¿Qué diablos? Debió haber escuchado mal. ¿Qué dijo el sistema? ¿Revivir a la Señorita? ¿Quién creía que era Lu Yizhou, algún tipo de Dios que podía interferir con el ciclo de la vida y la muerte?

—Bueno, olvídalo —Lu Yizhou soltó un suspiro largo y sufrido—. Si el sistema se atrevía a darles a los jugadores tal misión, entonces debía ser posible de alguna manera u otra. Debe haber algún método para revivir a Ella. Solo tenía que buscarlo. Cálmate, Lu Yizhou, este era solo el primer día. Todavía tenía seis días más para sacar a su amada.